¿Por qué los gatos odian el agua?

Los gatos no son amigos de mojarse desde tiempos inmemoriales… Y diferentes estudios desvelan cuál es la razón.

25 de Septiembre de 2018
¿Por qué los gatos odian el agua?
¿Por qué los gatos odian el agua?

Es una de las grandes preguntas que se hacen los amantes de los gatos: ¿por qué no les gusta el agua? La respuesta es simple. Lo llevan en los genes. A lo largo de la evolución de su especie, los gatos no han tenido demasiado contacto con el líquido elemento, lo que hace que no les guste nada mojarse.

Una serie de estudios genéticos realizados hace unos años por el Instituto Nacional del Cáncer demostraron que los parientes más cercanos de los gatos son los gatos salvajes de África, Europa y del Desierto Chino. Su origen, por tanto, es clave para que estos animales sean reacios a mojarse. Por esta razón huyen del agua, salvo que sea para beberla…

Los gatos domésticos, sin contacto con la naturaleza

El caso de los gatos domésticos es más claro todavía: si no había bastante con luchar contra sus orígenes, el hecho de que vivan protegidos de los elementos hace que hayan evolucionado sin relacionarse con el agua. Por supuesto, hay excepciones y un gato puede disfrutar del agua en función de su lugar de residencia o de las interacciones con depredadores y presas, como es el caso también de otros felinos.

¿Qué hacer para que se acostumbren al agua?

Acostumbrarles al agua desde cachorros es la clave para que acepten mojarse, aunque hay veterinarios que recomiendan no hacerlo por una serie de circunstancias, entre ellas que se puede secar la piel del animal y eliminar unas feromonas que ayudan a los gatos a comunicarse entre ellos. 

Por otro lado, la saliva de los gatos ya es un detergente natural para reducir la grasa y su lengua rugosa elimina la suciedad, lo que hace que los gatos sean una de las mascotas más limpias que se puedan tener, incluso aunque no se dejen meter bajo el grifo.