La araña viuda negra (latrodectus mactans) tiene fama de “esposa asesina” porque el macho muere después de aparearse con la hembra.
Aunque lo cierto es que el macho muere de forma accidental.
Tras depositar los espermatozoides en los genitales de la hembra, se retira bruscamente, lo que provoca que su aparato reproductor se quiebre y se produzca una pérdida importante de hemolinfa (el fluido vital de las arañas)
La pérdida de hemolinfa provoca instantáneamente la muerte del macho.
El instinto de la araña viuda negra
Entonces, por puro instinto, la araña viuda negra se come al macho fallecido para recuperar la energía perdida en el apareamiento.
En muchas ocasiones, la viuda negra envuelve al macho en su tela y lo guarda durante 60 días para después ofrecérselo como alimento a sus hijos recién nacidos.
Veneno neurotóxico
El veneno de la araña viuda negra es neurotóxico (bloquea la transmisión de impulsos nerviosos y paraliza el sistema nervioso central).
Si una araña viuda negra es presionada contra la piel humana, reacciona mordiendo para defenderse.
El humano que sufre la mordedura padecerá una rigidez muy dolorosa en los músculos abdominales.
Con el tratamiento adecuado, la víctima se recuperará perfectamente.