En enero de 2002, el Banco de Inglaterra rechazó adherirse al Euro.
En junio de 2003, el país británico volvió a rechazar su adhesión al euro.
¿Las razones?
Inglaterra, a pesar de formar parte de la Unión Europea desde 1973, rechazó adherirse a la moneda común a principios del siglo XXI por razones económicas y culturales y optó por mantener la Libra esterlina.
La libra esterlina es un símbolo nacional que empezó a circular en el siglo XI.
Independencia financiera y autonomía económica
Con esta decisión, Inglaterra consiguió la independencia financiera y el Banco de Inglaterra mantuvo su autonomía a la hora de regular la economía británica, según el economista Tejvan Pettinger.
Los ingleses defendieron que, al tener a Estados Unidos (dólares) como principal socio económico, el Euro no era tan ventajoso para ellos.