Al entrar en un quirófano la primera sensación que se siente es la de frío. Por lo general, la temperatura en estos espacios oscila entre los 16 y los 21 grados aunque hay países que se salen de estos valores.
Asimismo, la temperatura en el interior del quirófano depende del tipo de cirugía que se vaya a realizar. Por ello, en unas ocasiones está más próximo a los 16 grados y en otras a los 21.
Sensación de pies fríos: ¿puede ser síntoma de alguna enfermedad?
Una de las razones por las que hace frío en el quirófano es para garantizar la comodidad del cirujano y su equipo durante la intervención ya que las lámparas quirúrgicas desprenden mucho calor y, además, los profesionales sanitarios llevan mucha ropa y complementos tales como guantes, gorro, mascarilla, bata...
Otra razón es porque a las microbacterias les gusta el calor. Si se baja la temperatura dentro del quirófano durante la operación se reduce la posibilidad de que se desarrollen.
EL PACIENTE, TAPADO CON MANTAS
Para que esta bajada de las temperaturas no afecte al paciente que está siendo operado, los profesionales sanitarios le cubren con mantas. De esta forma, se evita la hipotermia.
Por lo tanto, no es casualidad que en los quirófanos la temperatura oscile entre los 16 y los 21 grados. Todo está meticulosamente preparado para que los médicos puedan trabajar en óptimas condiciones y para que la cirugía sea un éxito.