Resulta muy llamativo que ERC haya puesto el foco de sus reclamaciones en el modelo fiscal de Madrid y pase de puntillas ante el evidente trato privilegiado de favor que recibe el País Vasco en el apartado fiscal.
"¡Insulto a los madrileños!" "¿ERC le tiene que decir a Madrid lo que debe hacer con sus impuestos?"
La estrategia pasa por centrar el tema en Madrid, gobernada tanto en la Comunidad como en el Ayuntamiento por el Partido Popular. Ahí aúnan fuerzas el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos y los partidos separatistas que les sirven su apoyo en beneficio propio.
El chantaje del Govern de Cataluña
Desde Rufián al presidente en funciones de la Generalitat, Pere Aragonès, en ERC se ha tratado de vender a España que Madrid nos roba a todos, intentando además ofrecer la imagen de que los multimillonarios pueden esconder en la capital de España sus grandes fortunas al margen de los impuestos mientras las autoridades recortan en gasto público.
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Según Aragonès, "Madrid se beneficia de la localización de la mayor parte del funcionariado y del sector regulado por el Ibex-35. Se han acabado los privilegios. Si nos quieren dentro, deberá ser sin privilegios". Una amenaza en toda regla al Gobierno que suena a chantaje.
Coartada para justificar la fuga de empresas de Cataluña
Aragonés ha añadido que "impulsaremos que se acabe la competencia desleal en el impuesto de patrimonio para acabar con esta dinámica diabólica". Y ha soltado: "como no tenemos los recursos que nos corresponden, hemos de tomar medidas fiscales que benefician a Madrid compitiendo deslealmente en materia fiscal".
Queda claro que la estrategia pasa por culpar a Madrid de los males de Cataluña y España porque "nuestro modelo es totalmente opuesto al modelo neoliberal, nacionalista español y centralista del PP y de la señora Ayuso. Estamos en las Antípodas y seguiremos trabajando para revertir la situación".
El plan del independentismo, con la bendición del Gobierno de España, no es otro que el de culpar a la fiscalidad de Madrid de la desbandada de empresas que han huído de Cataluña despavoridas ante la inestabilidad política que se ha vivido en Cataluña en los últimos años por culpa del Procés. Y ya son más de 5.000.
Y ni una palabra del trato de favor que reciben los "amigos" del País Vasco. Se vive mejor uniendo fuerzas contra Madrid que buscando pelea entre "hermanos".