Alrededor del 33% del tiempo que los perros se mueven de un lado a otro lo hacen para oler cosas, según ‘Psychology Today’.
Y es que olfatear las cosas es el modo en que los perros recogen información del ambiente que les rodea.
Así que, si eres de los que tiran de la correa de su perrete cada vez que este intenta olisquear algo, deberías ser un poco más permisivo y dejarle que utilice su sentido más desarrollado para conocer el mundo en el que vive.
De hecho, si permitimos que nuestros perros se tomen su tiempo para olfatear a la gente, sus interacciones sociales mejorarán notablemente.
Los perros necesitan utilizar la nariz para informarse y pensar positivamente.
Factores clave para el bienestar perruno
"Un reciente estudio de investigación al respecto utilizó un sesgo cognitivo para comprobar esta hipótesis. Un grupo de perros fueron entrenados de dos maneras distintas, mientras tanto, se colocaron dos recipientes: uno siempre contenía comida mientras que el otro se mantenía vacío. Uno de los grupos de perros se entrenó para que olfatearan mientras que el otro se entrenó para obedecer distintas órdenes. Se comprobó entonces que los canes que habían potenciado el olfato sirvieron para que se volvieran más autónomos, se comportarán de manera más natural y tomaran elecciones activas, todos factores clave para el bienestar animal", asegura la doctora Zazie Todd.
"Los estudios al respecto muestran que es importante darles a nuestros perros ciertas opciones y oportunidades para tomar sus propias decisiones y posibilidades de usar su nariz. Hacerlo es bueno para su bienestar, por lo que es probable que el entrenamiento de olfateo condujera a mejores resultados que el entrenamiento de obediencia", apunta la doctora.