José Bonaparte fue el heredero al trono después de que su hermano invadiera España en 1808 e hiciera que Carlos IV y su hijo Fernando VII abdicaran.
Un puesto que desde el primer momento el pueblo español no vió con muy buenos ojos, ya que siempre pensaron que José era una marioneta de Napoleón.
Durante su reinado, este se encargó de adoptar algunas normas como quitar el impuesto sobre el alcohol o ampliar el horario de su venta.
Unas medidas con las que los ciudadanos terminaron llamándole Pepe Botella.
Y a pesar de que José no era muy dado a beber, rápidamente se difundieron varios rumores sobre el monarca y su supuesta adicción al alcohol.