Por esto el verano puede ayudar a acabar con el coronavirus (y el calor no tiene nada que ver)

Los contagios al aire libre apenas se producen

26 de Mayo de 2020
Por esto el verano puede ayudar a acabar con el coronavirus (y el calor no tiene nada que ver)
Por esto el verano puede ayudar a acabar con el coronavirus (y el calor no tiene nada que ver)

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En estos duros momentos en los que hay que quedarse en casa confinados para derrotar al coronavirus, saca al periodista, al poeta, al cantante, al locutor, al humorista, al político, al orador, etc. que llevas dentro. DonDiario te deja el escenario.

Este acontecimiento histórico, que nunca olvidaremos, nos hará más fuertes y reflexivos. Y no dudes jamás que este combate lo vamos a ganar. ¡Seguro! Y será mucho antes de lo que imaginamos. Más que nunca se está demostrando que España es un país solidario y lleno de gente estupenda que en estos momentos tan difíciles saca lo mejor de si misma.

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Poco riesgo al aire libre

Un estudio ha analizado el comportamiento del virus en once brotes de Covid detectados en Japón y el riesgo de contagio es 19 veces más alto es espacios cerrados.

Otro estudio hecho en China, en el que se han analizado 318 brotes de tres o más personas, ninguno de ellos se ha infectado al aire libre. Los contagios se habían producido en los domicilios  y en el transporte público. En menor proporción, los contagios habían tenido lugar en comercios y restaurantes.

 Àlex Soriano, jefe del servicio de Enfermedades Infecciosas del hospital Clínic de Barcelona, ha explicado: "En espacios cerrados en que hay un contacto próximo y prolongado entre personas es más fácil que se transmita la infección que en espacios abiertos donde el virus se dispersa en el aire”.

Es por esto que el riesgo al contagio volverá a ser más alto en otoño ya que es cuando tendrán lugar las grandes concentraciones de gente en los espacios cerrados, según dice Benito Almirante, jefe de servicio de Infecciosas en el hospital Vall d’Hebron de Barcelona.

Ambos médicos están de acuerdo en que el contagio en la playa es muy bajo ya que apenas tienes contacto con los desconocidos.

Soriano ha aclarado: "Para que se produzca un contagio, no basta con que pase un único virus de una persona a otra. Tiene que pasar una cantidad suficiente para iniciar una infección, lo que técnicamente se llama dosis infectiva mínima. Si el viento dispersa el virus, la probabilidad de que se transmita esta dosis se reduce".

En el servidor medRxiv los autores del trabajo de la Universidad Tsinghua en Pekín, la Universidad del Sureste en Nanjing y la Universidad de Hong Kong, han afirmado: "Los entornos cerrados en los que vivimos y trabajamos son el lugar de transmisión más común del virus".

"Reducir contactos próximos innecesarios en entornos cerrados puede ayudar a prevenir grandes brotes”, han añadido.