El Tribunal Supremo condenaba a Alberto Rodríguez, el pasado 7 de octubre, a un mes y quince días de prisión por un delito de atentado a agentes de la autoridad, con la accesoria inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo.
"En en curso de los enfrentamientos físicos [...] el acusado Alberto Rodríguez Rodríguez [..] que en ese momento se encontraba entre los primeros, propinó una patada en la rodilla al agente del C.N. de Policía nº 92.025, que debidamente uniformado, estaba cumpliendo las funciones propias de su cargo" señala la sentencia contra el diputado podemita.
Una sentencia que, pese a las críticas y amenazas recibidas, era acatada por Meritxell Batet, que inhabilitaba de su función como diputado a Rodríguez quien, finalmente, decidía abandonar todos sus cargos en la formación morada, y volver a su trabajo como obrero industrial.
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Una decisión que ha sido aplaudida este jueves por el presidente del Grupo Parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, durante su intervención en el Pleno de Presupuestos del Congreso; momento que ha aprovechado para cargar contra sus socios de Gobierno.
Así pues, Ansens ha ensalzado la "dignidad" del ya ex diputado canario, destacando que, tras ser despojado de su escaño, ha preferido volver a ser "obrero industrial" y no ha aprovechado las puertas giratorias para ser fichado "por Iberdrola ni por Gas Natural".
La "dignidad" de Alberto Rodríguez
Unas palabras del presidente parlamentario de Podemos que han sido un claro ataque al PSOE, en referencia a la reciente incorporación del ex socialista Antonio Miguel Carmona a Iberdrola como vicepresidente.
Un caso que no es único dentro del partido socialista, que ya ha vivido otras polémicas 'puertas giratorias' como la incorporación del socialista Marc Murtra, del PSC, en la cúpula de Indra, o el fichaje de José Montilla y José Blanco como consejeros de Enagás.
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Así pues, la formación morada ha aprovechado la condena de Rodríguez para mostrar, una vez más, la fuerte división que existe dentro del Gobierno de coalición, destacando que, mientras algunos aprovechan su posición política para augurarse un buen futuro, el ex diputado morado ha escogido la "dignidad".
"Se le arrebató su acta, pero no su dignidad" ha enfatizado Ansens, que no ha olvidado cargar nuevamente contra la decisión del Tribunal Supremo, señalando que fue una "anomalía democrática" que deja hoy la autonomía del Congreso "más desprotegida" que nunca.