Esta semana, la Mesa del Congreso decidió sancionar a Segundo Sanz, reportero de OK Diario, por haber publicado imágenes ilícitas de los despachos de Pablo Iglesias e Irene Montero, los cuales gozarán esta legislatura de unas dependencias inusualmente espaciosas.
La sanción consiste en la retirada de la acreditación al informador durante un año, justificando que se usaron las imágenes "como información fundamental a pesar del modo en que se habían obtenido".
Y es que los periodistas (como Sanz) tienen libre circulación por los pasillos de la Cámara, libertad de la que no gozan los reporteros gráficos.
Los podemitas no se conforman con una víctima
Es conocido el enfrentamiento de Podemos con OK Diario, medio que ha revelado en exclusiva informaciones muy sensibles de los líderes podemitas, como la adquisición del chalé o los nuevos despacios de Pablo Iglesias e Irene Montero.
Por eso, no es de extrañar que, a pesar de que ya fuese firme la sanción contra el reportero del medio, los podemitas hayan intentado presionar al Congreso para expulsar al medio de comunicación al completo de la Cámara, encontrándose con la oposición del resto de grupos. (Pedro Sánchez descubre por qué huye de Pablo Iglesias)
Esto supondría una prohibición al derecho a la información recogido y reconocido por la propia Constitución Española.
Los podemitas, en rueda de prensa, han vinculado esta cuestión 'periodística' con el supuesto "espionaje" que supuestamente sufre el partido de Iglesias, con "entradas y grabaciones" en sus despachos por parte de "organizaciones vinculadas a las cloacas del Estado".