No hay duda alguna a la hora de categorizar a Jennifer López como una de las cantantes más exitosas de los últimos tiempos.
La del Bronx irrumpió en la escena musical a finales de los 90 y sigue, muchos años más tarde, siendo una de las artistas con mayor número de seguidores y éxitos en la industria.
Todos sabemos que Jennifer Lynn Lopez Rodríguez (Nueva York, 24 de julio de 1969), más conocida es una actriz, cantante, bailarina, compositora, productora discográfica, diseñadora de modas, empresaria, productora de televisión, coreógrafa, perfumista y filántropa estadounidense de origen puertorriqueño.
Y eso lo ha conseguido a base de muy buenas producciones musicales y, sobretodo, a base de cuidar mucho su imagen. Y es que, al contrario de lo que sucedía años atrás, ahora todas las estrellas deben tener una imagen predefinida, algo que las identifique y las distinga.
Esa figura tiene truco
Su interés en seguir la carrera para llegar a la fama surgió después de tener un papel secundario en la película My Little Girl; por otra parte sus padres creían que su deseo de tener una carrera artística era poco realista. En 1991, Lopez obtuvo su primer trabajo como bailarina y en 1993 decidió dedicarse a la actuación.
Y en eso JLO es la reina. Sus modelitos, sus bailes, su sensualidad y sus curvas son su mejor carta de presentación.
Eso sí, esa figura tiene truco. Secretos que de vez en cuanto quedan al descubierto. Y esta es una de esas ocasiones. En este caso fue el viento el que le jugó una mala pasada a la cantante americana y es que se pudo ver como, debajo de esta impresionante falda, lucía una faja.