Pilar Eyre lo destapa. ¿Cómo apartó Felipe VI a Juan Carlos I de la vida pública?

La periodista asegura que el emérito mintió y destapa las disputas de Don Juan Carlos con Felipe VI

Pilar Eyre lo destapa. ¿Cómo apartó Felipe VI a Juan Carlos I de la vida pública?
Pilar Eyre lo destapa. ¿Cómo apartó Felipe VI a Juan Carlos I de la vida pública?

Juan Carlos I renunció a participar en actos públicos y Pilar Eyre asegura que no fue por decisión propia:

"El rey no llevaba un año madurando la idea, es más, ni siquiera fue idea suya apartarse de las actividades públicas, sino que fue fruto de una dura negociación entre padre e hijo". 

"Felipe, un mes antes de esta misiva y sin que lo supiéramos nadie, había sido informado de las cuentas opacas de su padre en Suiza y de que Leonor y él mismo figuraban como beneficiarios. Y había acudido a la desesperada a un notario para declarar que no sabía nada de estos asuntos y renunciaba a todo beneficio que pudieran derivarse", añade. 

Eyre dice en Lecturas que "a partir de ahí, don Felipe vivía con el temor de que el día menos pensado Corinna y las investigaciones periodísticas en el extranjero sacaran a la luz estas irregularidades, y saliendo del notario se enfrentó a su padre y le dijo: 'No nos podemos fiar de tu amante ni de los fiscales suizos ni de los periodistas... Si quieres salvar la institución, esta es la única salida que te queda. Escribe esta carta en la que decides retirarte de las actividades públicas'". 

El emérito, tocado y hundido

La periodista asegura que "aunque al principio el rey emérito se negó tajantemente, al final, a regañadientes y con grandes reticencias, tuvo que aceptarlo. Como tuvo que aceptar la abdicación en 2014".

Y añade: "¡Cuentan que los gritos entre padre e hijo se oían desde el jardín! Don Juan Carlos estaba tan enfadado que incluso se negó a ir a la proclamación de Felipe y estuvo sin hablarle muchos meses".

"Desde entonces, los desencuentros han sido numerosos: homenajes programados de los que de pronto dejaba de hablarse, su ausencia en ceremonias importantes...". 

"En el aniversario de los 40 años de la Constitución se lo quería sentar en el gallinero del Congreso y decidió no ir. ¡Estaba indignado! ¡Él, que se consideraba uno de los padres de facto de esa Constitución!", sostiene la periodista. 

"Y es que Felipe y sus asesores –y quizás también Letizia–, avisados de que iban a ir saliendo a la luz las tropelías de Juan Carlos, tenían que ir poniendo parches antes de la herida y acotando las cuotas de poder que aún conservaba el rey emérito", sentencia Pilar Eyre