Este hombre estaba paseando por el bosque y oyó unos gemidos, se acercó a los matorrales. Alli habia una perrita a punto de parir.
No podia ni moverse, estaba muy gorda y de hecho, al hombre, le costó levantarla del suelo. Se la llevó a su refugio y alli, la acomodó y pudo traer al mundo a sus cachorritos.
Al cabo de unas semanas, eran unos perritos sanos y queridos. Estaban preparados para llevarlos a su futura casa de acogida. Alli los cuidarían y los amarían.
No todos los seres humanos son malvados, pero el que la abandonó, era una persona que no debería vivir.