¿A dónde vamos a llegar? La Iglesia catalana ha tomado partido decididamente en favor del saparatismo y no duda en ceder sus instalaciones para que los adalides del indepedentismo conviertan a la fe separatista a los feligreses catalanes.
La Iglesia vende a sus feligreses al separatismo
Si hace una semana eran los capuchinos de Barcelona quienes cedían sus instalaciones a un puñado de notables del separatismo catalán para llamar la atención del mundo a través de un ayuno solidario con los presos en huelga de hambre, ahora es la Iglesia de Linyola, en Lérida, la que ha vendido a sus feligreses para que uno de los abogados de los golpistas catalanes taladre sus conciencias con la fe separatista. (La Iglesia se suma a la causa de los presos y cede sus instalaciones).
Y todo esto ocurre mientras se descubre que el cardenal y exarzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, favoreció el ordenamiento de dos sacerdotes pederastas. Así están las cosas en Cataluña.
El sermón de Alonso-Cuevillas
Esta vez ha sido en Linyola, en la provincia de Lérida. Al abogado de Puigdemont, Jaume Alonso-Cuevillas, le cedieron la Iglesia de Santa María con los bancos repletos de 300 feligreses para que fueran adcotrinados con la fe separatista. Y desde el mismo púlpito que utilizan los sacerdotes para propagar la fe cristiana, Alonso-Cuevillas soltó un sermón titulado Procés al procés, que sirvió para que diera rienda suelta a sus anhelos independentistas exponiendo el progreso del movimiento separatista desde 2010 al momento actual. "Hoy Mosén Pedro me ha cedido el púlpito de la Iglesia de Santa María de Linyola", dijo Alonso-Cuevillas antes de iniciar su sermón. (El abogado de Puigdemont también presiona a la Fiscalía por el 1-O).
Por supuesto, el abogado de Puigdemont no perdió la oportunidad para anestesiar al personal colocando en los altares -y nunca mejor dicho- a los que intentaron romper España saltándose a la torera la constitución. Y es que si están como están (fugados o en la cárcel) no es por su mala cabeza y su actitud delictiva, sino porque "la justicia española es injusta" y el Estado está obsesionado por "la venganza".
"Ni rebelión, ni sedición ni malversación"
Alonso-Cuevillas negó, por supuesto, que se produjera en el referéndum del 1 de Octubre del pasado año un delito de rebelión, sedición o malversación. Y aprovechó para mostrar su desconfianza en que la justicia española fuera capaz de fallar el caso con sentencias absolutorias, por lo que avanzó que el tema acabará recurriéndose a la justicia europa, convencido como está de que en España no puede haber justicia.
Los 300 asistentes aplaudieron enfervorizados la plática de su nuevo sacerdote político, que les exhortó a "alcanzar los objetivos" porque la indepedencia de Cataluña es "una cuestión de fe". Cuevillas aprovechó para ensuciar la imagen de España, un estado que no negociará nunca con los catalanes porque tiene una idea de imperio y "Corte" que es desafiado por los catalanes.
Y ha destacado la dureza que para los presos golpistas significará el juicio al que deberán enfrentarse: esposados, trasladados antes de desayunar... Maltrato puro y duro según el abogado de Puigdemont, que confía en que Estrasburgo les trate con mayor benevolencia por las irregularidades españalas que se acumulan allí. Tan bonito lo ha pintado Alonso-Cuevillas a los feligreses leridanos, que ha apuntado hacia la resurrección como final feliz de todo el embrollo separatista porque la Unión Europa la abrirá a Cataluña la puerta de la Independencia.
Dos millones de catalanes desconectados de España
Y es que según este abogado, hay dos millones de catalanes desconectados de España y pacíficamente movilizados. Eso, según Alonso-Cuevillas, es lo que ha impedido a España intervenir militarmente Cataluña y limitar su estrategia a constantes provocaciones, como dejar los coches de la Guardia Civil abiertos durante el asalto al departamento de Hacienda y la aplicación del artículo 155, que según este sujeto fue un golpe de Estado contra Cataluña. (¡Lo que faltaba! Los abogados de 'los Jordis' quieren dar pena).
Así las gasta el separatismo. Llena las iglesias para comer el coco a los catalanes con sus homilías sectarias ocupando un escenario que debería estar reservado para prácticas religiosas. Pero el separatismo ha llegado a un punto en que su causa se ha convertido en un asunto religioso que precisa alimentar la fe de sus feligreses adictos.
La presidenta del PP de Lleida y ex diputada, Marisa Xandri, se refirió a este acto como "vergonzoso" y lamentó que haya significado una "falta de respeto a todos los católicos". También dentro de la Iglesia de todos son sectarios.