Pep Guardiola: La cara visible de Tsunami Democràtic

El Gobierno muestra una ineficacia preocupante para caer sobre los que mueven los hilos del Tsunami Democràtic desde el anonimato.

13 de Diciembre de 2019
Pep Guardiola: La cara visible de Tsunami Democràtic
Pep Guardiola: La cara visible de Tsunami Democràtic

La Plataforma independentista Tsunami Democràtic nació hace unos pocos meses con la intención de incomodar a España reclamando la libertad de lo que para ellos son "presos políticos". Se trata de una organización muy avanzada en el terreno tecnológico que a través de Instagram ha conseguido movilizar a miles de personas para cumplir sus objetivos de alteración del orden público.

Quieren molestar y saben cómo hacerlo. El objetivo final es externalizar el conflicto catalán para que el mundo entero se identifique con la causa independentista después de un eficaz bombardeo victimista. Dentro de esa estrategia se encuentra su voluntad de boicotear la celebración del clásico de fútbol FC Barcelona-Real Madrid que debe disputarse en el Camp Nou. (¡¡El prófugo Puigdemont echa leña al fuego de 'Tsunami' para reventar el Clásico!!)

Ineficacia total del Gobierno

Han pasado dos meses desde que se hizo pública la sentencia del Supremo y desde que Tsunami Democratic empezó con su rosario de fechorías. A los pocos días de aparecer, el ministro del interior, Grande-Marlaska, garantizó que muy pronto las fuerzas de seguridad caerían sobre quienes mueven los hilos en esta plataforma. Decía que el gobierno estaba en ello y daba a entender que se les caería el pelo a los que fueran sorprendidos intrigando desde el anonimato de esta organización.

Y dos meses después, ni rastro de los responsables de esta plataforma que tanto daño está causando a España asumiendo la organización de actos vandálicos que comenzaron con el asalto al aeropuerto de El Prat y que seguirá con la toma del Camp Nou el próximo 18 de diciembre. Parece imposible, pero en pleno siglo XXI los servicios de inteligencia del estado español sin incapaces de identificar a quienes se esconden detrás de esta plataforma con el fin de desestabilizar a España y alentar las ansias separatistas de un sector de la población catalana. (Vil chantaje de 'Tsunami' al FC Barcelona para evitar incidentes en el Clásico)

Así funciona el Tsunami

Tsunami posee un canal de Telegram, una aplicación de móvil que se instala con un código QR y que precisa que alguien con otro móvil te permita entrar en ella. Su web se registró el 23 de julio en la isla Saint Kitts&Nevis, en el Caribe. Aparecieron en twitter en agosto y ya tienen casi 250.000 seguidores, a pesar de que ellos no siguen a nadie.

TVE informó que Tsunami "se gestó de forma embrionaria como concepto en una cumbre en Ginebra en septiembre a la que acudieron el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, el actual president Quim Torra, la que fuera número dos de ERC, Marta Rovira, y la exdiputada de la CUP Anna Gabriel, entre otros líderes independentistas". Pero no se han producido avances sobre el tema. (Paco González estalla contra Pep Guardiola: "¡¡Deja de insultar a España y de esparcir mierda!!")

Utilizan las redes sociales, pero nadie es capaz de pillarles con las manos en la masa. Su lema "Spain, sit and talk" ha sido compartido por Carles Puigdemont y por Quim Torra. Pero ninguno se ha atrevido a identificarse con Tsunami. Se sospecha quer ambos puedan tener algo que ver, pero las investigaciones siguen sin sacar el agua clara.

Pep Guardiola es su imagen visible

Quien no tiene problemas para mostrar sus simpatías por esta organización es Pep Guardiola, quien desde el principio se prestó para ofrecerles su apoyo incondicional, consciente de su capacidad mediática para extender su mensaje en el mundo, lo que de alguna manera refuerza la tesis de que al entrenador del Manchester City le parece muy bien que el clásico esté herido de muerte por razones políticas.

No se trata de señalar a Pep Guardiola como cerebro gris del Tsunami Democràtic, pero está claro que sí es su imagen visible, la imagen necesaria para extender su mensaje en el mundo. Guardiola no tuvo inconveniente en prestar su imagen para grabar un vídeo en el que mostraba sus simpatías por este movimiento clandestino y, de momento, anónimo: "Lo reiteramos, en este marco sólo hay un camino: sentarse y hablar. Sentarse y hablar”. Guardiola hacía suyo el lema reivindicativo de Tsunami. (El pirómano Pep Guardiola echa gasolina al fuego: "España, siéntate y habla")

Guardiola se moja hasta las patillas

El comunicado de PP fue enviado a BBC, TV3 y AFP, para ser después reproducido por todos los demás medios de comunicación del planeta. En el vídeo Pep se refiere a la sentencia del Tribunal Supremo: como un “hecho inaceptable en la Europa del siglo XXI”, añadiendo que “España vive una deriva autoritaria bajo la cual se utiliza la ley antiterrorista para criminalizar la disidencia e incluso para perseguir artistas que ejercen su libertad de expresión”.

Y ya puestos, Guardiola lanzaba diatribas contra España: "ni el gobierno de Pedro Sánchez, ni ningún otro gobierno español ha tenido la valentía de afrontar este conflicto a través del diálogo y el respeto, sino que ha optado por la represión como única respuesta”.

El discurso de Guardiola no podía ser más falso: “esta lucha no violenta no se detendrá hasta que se termine la represión y se respete el derecho a la autodeterminación como se ha hecho en Quebec Escocia”. Y reclamaba al gobierno “una solución política democrática” y a la sociedad civil internacional “que presione a sus gobiernos para intervenir en este conflicto y encontrar soluciones políticas y democráticas”. (¡¡Pep Guardiola insiste en reclamar la autodeterminación de Cataluña!! ¡Qué 'coñazo' de tío!)

Es hora de que el Gobierno desarticule a esta banda

Guardiola se ha posicionado a favor de Tsunami, que defiende que "la sociedad catalana quiere una solución y un pleno ejercicio de su derecho a la autodeterminación. Y eso viene acompañado de un consenso mayoritario sobre la situación de los presos políticos”.

Lo más triste es que un grupo de chalados, muy preparados, eso sí, pueda poner en jaque al gobierno español y sus servicios de inteligencia y se permita el capricho de cuestionar con total impunidad la celebración de un partido de fútbol que acapara la atención de una audiencia potencial de 650 millones de personas de los cinco continentes.

En un estado de derecho a los malhechores se les combate. Es hora de que el gobierno se deje de lamentos y actúe con decisión desarticulando esta banda que empieza ya a pasarse con sus bromas de mal gusto fuera de la ley.