El coronavirus de Wuhan ha provocado una fuerte crisis sanitaria en España, ya que el sistema sanitario del país, pese a ser uno de los mejores del mundo, no estaba preparado para luchar contra esta pandemia.
Ahora que parece que el número de contagios y fallecimientos por el virus chino está estabilizándose, lo que más preocupa a los expertos es la consecuencia más peligrosa que va a tener esta pandemia: una nueva crisis económica en el país.
Y es que el Estado de Alarma ha hecho que todos los ciudadanos españoles se quedan en sus casas, confinados... y por tanto, que las empresas hayan echado, temporalmente, el cierre.
Cierre que, a su vez, ha provocado que, hasta la fecha, cerca de seis millones de españoles hayan comenzado a cobrar la prestación por desempleo, dejando de cotizar a la Seguridad Social; también más de un millón y medio de autónomos, que han solicitado la prestación por cese de actividad, y han dejado de pagar su cuota a la Seguridad Social.
Y todo esto afecta, directamente, a las pensiones.
Menos ingresos, muchos más gastos
Y es que la principal fuente de ingresos de la que se nutre el sistema español para pagar las pensiones son las cotizaciones sociales que, mensualmente, pagan empresarios y trabajadores.
Ahora, debido a esta caída en el empleo, que volverá a caer de cara al verano, hace que no sólo haya menos ingresos estatales para la 'hucha de las pensiones', sino que también hace aumentar el gasto en prestaciones sociales a los desempleados que provocarán que el déficit llegue, según las previsiones actuales, a "un mínimo de un 3% del PIB" afirma Carlos Ruiz, director del Instituto de Estudios Económicos (IEE) a VozPopuli.
O lo que es lo mismo: un déficit de 37.350 millones de euros.
La solución: más impuestos
Este déficit podría haberse evitado si el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, conocido como la Hucha de las Pensiones, tuviera fondos.
Pero nada más lejos de la realidad: de los 66.815 millones de euros de los que disponía el Fondo en 2011, en la actualidad sólo quedan 1.400 millones, siendo el gasto medio mensual en pensiones casi 10.000 millones.
Por tanto, la principal solución para frenar el aumento de este déficit es necesariamente un incremento de los ingresos (mediante nuevos impuestos), a la vez que la contención en gasto.
"La caída de los ingresos debe ser compensada" afirman los expertos del BBVA "mediante impuestos generales o asignados a este fin, pagaderos sobre la marcha, o mediante deuda que habría que colocar en los mercados y devolver en el futuro". (Sánchez no tiene vacuna contra el efecto devastador de Pablo Iglesias: ¡¡Está pudriendo al Gobierno!!)
Es decir, más impuestos sobre los ciudadanos... a la vez que una nueva congelación de las pensiones. Cosa que no implicaría más vulnerabilidad para las personas mayores, ya que se espera una fuerte deflación para este año que les haría ganar poder adquisitivo.