Este pasado viernes, 13 de noviembre, Pedro Sánchez hacía uso del Falcon presidencial para acudir a una reunión con la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite. Una reunión que era retrasada una hora de la agenda debido a que el avión presidencial era desviado a San Sebastián por la niebla.
Un último problema del avión presidencial que se une a los muchos conocidos recientemente, como el retraso del presidente socialista a una reunión con los dirigentes de Portugal por, nuevamente, causas meteorológicas que impidieron el aterrizaje.
Casos que han salido a la luz de la opinión pública, y que han llevado a Vox a cuestionar el uso que hace Pedro Sánchez del avión presidencia, registrando una consulta en el Congreso para que el Gobierno detalle los viajes del presidente y la identidad de sus acompañantes.
Según la formación de Santiago Abascal, no es únicamente que se esté haciendo un uso excesivo del avión del Ejército del Aire, sino que también podría estar siendo utilizadp por el socialista con "no siempre con fines oficiales".
Recalcan desde la formación que, desde junio de 2018 hasta mayo de 2019, el avión presidencial realilzó 59 viajes, 4,92 mensuales, indicando que al menos nueve de ellos tuvieron "un fin particular o de partido".
Una práctica que se ha seguido realizando, critican los de Abascal, en 2020, al conocerse que el Falcon viajó el pasado 31 de julio a Lanzarote, conociéndose días después que fue un viaje familiar para pasar unos días en la residencia oficial de La Mareta.
Una solicitud que, sin embargo, ha sido rechazada por el Gobierno,que ha alegado que los movimientos de la aeronave militar, así como la lista de pasajeros del mismo, "deben tratarse como materia clasificada con el máximo grado de protección".
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Sin embargo, otros miembros del Ejecutivo, como Carmen Calvo, Fernando Grande-Marlaska o Teresa Ribera sí han hecho públicos estos datos sobre sus vuelos, dejando a Pedro Sánchez sin argumentos para mantener el 'secretismo' sobre sus vuelos, cada vez más polémicos.
Así son los problemas del Gobierno con Transparencia
Actualmente, los viajes del presidente socialista son objeto de un proceso contencioso-administrativo contra el Gobierno, al no cumplir con las resoluciones del Consejo de Transparencia.
Pero no es éste el único conflicto del Gobierno socialista con el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno que, desde que Sánchez alcanzó la Moncloa, ha experimentado un incremento del 60% de peticiones de información relativas a la actividad del Ejecutivo.
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Un incremento que, principalmente, centra las peticiones de información acerca de la gestión de la pandemia del coronavirus del Gobierno, y que pone en graves apuros al Ejecutivo socialcomunista, que aún no ha dado explicaciones sobre diferentes polémicas sanitarias, como la compra de material sanitario durante la rimera ola de la pandemia, el supuesto 'comité de expertos' del coronavirus o sobre los protocolos que, según Salvador Illa y Fernando Simón, se siguieron durante la cuarentena y la desescalada a nivel nacional.