Los puentes de conversación y entendimiento entre el PP y el PSOE están más frágiles que nunca, desde que Pablo Casado llamó a Pedro Sánchez tras las últimas elecciones, y el presidente en funciones no le cogió el teléfono.
Debido a esto, y a las negociaciones del socialista con los partidos independentistas y nacionalistas, desde el partido Popular ratifican su 'no' a la investidura de Pedro Sánchez.
Dice desde el PP que lo que no puede ser es que hayas intentado ligar con todo el mundo durante la noche, y a las seis de la mañana vayas con unas rosas a por la que no has querido. Gráfica comparación.
Sin embargo, y para evitar unas terceras elecciones, Pablo Casado sí ofrece facilitar pactos de Estado entre PP y PSOE; llegan a afirmar los populares que aún hay tiempo para un pacto de reforma "exprés" entre los dos grandes partidos.
155 y reforma de la ley electoral
Por un lado, los populares afirman que apoyarían a Sánchez a la hora de aplicar el artículo 155 de nuevo en Cataluña antes de la investidura.
Por otro lado, tal vez el más interesante para los socialistas, es la reforma de la ley electoral para la formación de Gobierno, evitando futuros bloqueos como el que estamos viviendo, de más de ocho meses de duración.
Aunque los populares estudian todavía la mejor fórmula para llevar a cabo esta reforma sin tocar la Constitución, preveen que la solución podría pasar por elevar la barrera mínima para obtener la representación en el Congreso al 5% del voto en el conjunto nacional.
Esta modificación dejaría muy limitado el papel de los nacionalistas en la Cámara, y se evitaría la fragmentación, tan elevada,de la misma.
También estudia el partido de Pablo Casado la "bonificación" de diputados al partido ganador.