Hace una semana, el presidente del Gobierno acudía a Cataluña para informar allí públicamente que los indultos a los líderes del procés condenados serían aprobados ese mismo martes en el Consejo de Ministros. Unas palabras que volvían a levantar las críticas de los partidos de la oposición y de la opinión pública, que recordaban al presidente socialista sus promesas electorales, en las que aseguraba que los condenados independentistas cumplirían íntegramente su condena.
Ante las miles de críticas recibidas, también en las redes sociales, al socialista no le ha quedado más remedio que admitir este lunes que ha cambiado de opinión respecto a la medida de gracia, ya que en el pasado la rechazaba, y ahora dice considerarla "útil" para avanzar hacia la convivencia con Cataluña.
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"El PSOE siempre ha abogado por devolver a la política esta crisis. Para restaurar la convivencia lo útil es el perdón" ha defendido el socialista en una entrevista en la Cadena SER, en la que ha negado que los indultos hayan llegado como 'pago' de su Ejecutivo al apoyo de los nacionalistas en el Congreso: "hubiese indultado igual, con independencia de los votos de ERC"
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A pesar de que el presidente socialista mantiene, incluso en contra de su ideología antes de llegar a la Moncloa, que los indultos han sido un éxito, y que marcarán un nuevo camino a la concordia con Cataluña, los independentistas siguen manteniendo su pulso al Estado español.
Así pues, la consellera de Acció Exterior y Govern Obert, Victòria Alsina, ha cargado contra los indultos otorgados por Pedro Sánchez esta misma mañana de lunes, asegurando que el ejecutivo nacionalista catalán trasladará a "instituciones publicas y privadas" internacionales su parecer sobre la medida de gracia.
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En concreto, el Govern explicará en el extranjero que los indultos son sólo una "solución parcial", pero no "el fin del conflicto" entre Cataluña y España, buscando de nuevo el apoyo europeo para volver a exigir la independencia catalana. Plan para el que esperan contar con Carles Puigdemont, que lleva defendiendo la internacionalidad de la causa secesionistas desde su fuga a Waterloo en 2017.
Planes de la Generalitat de Cataluña que no sólo desmienten el clima de "cordialidad" defendido por Sánchez, sino que demuestran, una vez más, que los indultos no son más que la primera de muchas concesiones que los independentistas esperan conseguir de Sánchez durante la mesa de negociación entre gobiernos.