España se hunde, cada vez más, en una crisis sin precedentes: así pues, mientras muchas empresas, pequeños comercios, autónomos, y familias españolas aún se encuentran intentando recuperarse de la crisis económica provocada por el Covid-19, el incremento del IPC, el precio de los carburantes, de la luz, y el gas no dejan de crecer, ahogando a las ya debilitadas economías domésticas españolas.
Una crisis económica a la que, desde hace casi un mes, se suma la crisis económica y de suministros provocada por la guerra de Ucrania, que no ha hecho más que encarecer productos de primera necesidad, a la vez que la situación militar comienza a ser de una preocupación extrema en toda la Unión Europea.
Algo que ha llevado a los trabajadores del campo español, así como a los transportistas del país, a convocar una huelga indefinida, exigiendo que el Gobierno de España tome medidas urgentes para frenar esta crecida indiscriminada de precios.
Una huelga que, en el tiempo, ha coincidido con la última decisión de Pedro Sánchez para acabar con uno de sus muchos frentes abiertos: la crisis diplomática con Marruecos: así pues, el socialista ha reconocido como válidos los intereses de Rabat sobre el Sáhara... provocando el enfado evidente de la población española, así como de los partidos de la oposición y de la parte morada del propio Ejecutivo, que ya han pedido explicaciones al socialista por esta decisión unilateral.
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Exigencia de explicaciones que le llegan a Pedro Sánchez desde el sector económico, el político, el internacional... pero que no parecen ser suficientes para el socialista, que ha decidido evitar colocarse ante los micrófonos, ni de los medios de comunicación ni del Congreso, organizando viajes 'repentinos' a otros países de la UE, para evitar así tener tiempo para enfrentarse a la realidad que ahoga a España, imitando así al ex president fugado de la Generalitat, Carles Puigdemont, quien evitó enfrentarse a las consecuencias judiciales del 1-O huyendo a Bruselas.
Bruselas: el mismo destino que, este lunes, tendra en su agenda Pedro Sánchez, quien viajará a la capital belga, así como a París, con la 'excusa' de mantener su gira europea para conseguir apoyos a su propuesta para desacoplar el precio de la luz del del gas.
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Así pues, Pedro Sánchez se reunirá con Emmanuel Macron y Alexander de Croo para hablar de la situación disparatada de la luz y el gas; reuniones tras las que sí habrá aparición conjunta ante los medios de comunicación... pero en las que no se ofrecerá una ronda de preguntas, evitándose así preguntas sobre la situación española que puedan 'incomodar' al socialista.
Los que, sin embargo, sí están incómodos con el presidente, son sus propios socios de Gobierno: y es que, tal y como han asegurado fuentes de Unidas Podemos,la decisión sobre el Sáhara, y la carta enviada a Marruecos, fueron decisiones tomadas por Sánchez y su equipo de forma unilateral, chocando frontalmente con la ideología podemita sobre el asunto, quienes defienden la autodeterminación del Sáhara.
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Algo que ha llevado a los partidos aliados de Sánchez, y a sus principales líderes, a firmar una petición en el registro para obligar al socialista a comparecer en el Congreso de los Diputados de forma urgente, llegando incluso Yolanda Díaz a llamar a sus compañeros a hacer una "reflexión sobre la coalición".
Eso sí, aunque continúe esta demanda de comparecencia, ésta no será en un espacio corto de tiempo: y es que Sánchez ha llenado su agenda de nuevos compromisos internacionales, que le impedirán 'explicarse' ante la opinión púbnlica española, al menos, en los próximos días.