"Churchill dijo textualmente: 'soy optimista'. No me parece útil ser otra cosa" ha asegurado Pedro Sánchez durante su intervención en el Círculo de Economía celebrado en Cataluña. Un optimismo que ha llevado al presidente socialista a asegurar que "España va a superar todas sus previsiones".
Previsiones centradas, tanto económica como sanitariamente, en la pandemia del coronavirus, la cual, para el Gobierno de Sánchez, comienza a estar controlada gracias al ritmo de vacunación del país, y la considerable bajada de casos positivos en todo el territorio nacional.
Datos que han hecho que el socialista pueda dar uno de los anuncios más esperados de los últimos meses, y exigido por las comunidades autónomas: el fin del uso de la mascarilla obligatoria en los espacios abiertos.
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"Ya que hablo de optimismo [...] me gustaría comenzar esta intervención haciendo un anuncio muy importante para los más de 47 millones de compatriotas en nuestro país: me gustaría decirles que vamos a celebrar un consejo de ministros extraordinario el próximo jueves y por el cual vamos a proponer que no sea obligatoria la mascarilla en espacios libres a partir del sábado 26 de junio" ha comunicado el presidente.
Eso sí, ha querido remarcar que el optimismo, que llevó al Gobierno nacional a grandes fallos durante la gestión de la pandemia durante el 2020, no ha sido el único agente que ha actuado a la hora de tomar esta decisión del Ejecutivo.
"Como presidente del Gobierno, y después de lo que hemos vivido estos últimos 15 meses de pandemia, antes de optimista, quiero ser prudente" ha remarcado Sánchez, asegurando que la decisión de eliminar las mascarillas en los espacios abiertos se tomará "desde la prudencia y gracias a los indicadores que estamos teniendo".
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Sánchez ha anunciado así que los españoles podrán, a partir de la semana que viene, quitarse las mascarillas en espacios abiertos. Una medida mostrada con orgullo por el socialista, que responde a las peticiones urgentes de los distintos presidentes autonómicos, que ya habían amenazado con tomar medidas al respecto.
Sin embargo, España no es pionera en esta medida: por lo contario, Pedro Sánchez vuelve a ser uno de los dirigentes más conservadores en tomar decisiones sobre la pandemia, habiéndose adelantado en esta medida todos los países europeos vecinos, como Francia, Alemania o Italia.
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En concreto, los ciudadanos galos ya disfrutan, desde el pasado 17 de junio, del levantamiento del cubrebocas en espacios públicos, a pesar de tener un porcentaje menor de vacunados. Reino Unido eliminaba esta restricción el pasado 22 de abril, mientras que en Alemania no ha sido obligatorio el uso de las mascarillas en el exterior, ni siquiera en los peores momentos de la pandemia. Italia también ha flexibilizado esta medida el pasado lunes, aunque será en julio cuando acabe con las mascarillas al aire libre de forma generalizada.
Actualmente, sólo Portugal mantenía el uso obligatorio de las mascarillas, habiendo aprobado el gobierno luso una prórroga de esta obligación de otros tres meses, obligando a todos los ciudadanos y turistas a llevar la mascarilla, incluso en la playa, todo el verano.