El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha descartado que el PSOE vaya a apoyar una reforma del delito de malversación, que es lo que le exige ahora el líder de Esquerra Republicana (ERC), Oriol Junqueras, para mantener su apoyo al líder socialista de cara a los Presupuestos Generales del Estado y a las elecciones generales de 2023.
"Ahora toca que trabajen los grupos parlamentarios. El Gobierno ha cumplido con un compromiso para construir convivencia y construir concordia", ha dicho Pedro Sánchez tras participar en la cumbre del G20 sobre la reforma del delito de sedición que tanta polémica está generando.
"Heredé un problemón de convivencia y nadie puede discutir que hoy la situación en Cataluña es mucho mejor", ha añadido Pedro Sánchez para justiciar la reforma del delito de sedición y, también, la posibilidad de cambiar el delito de malversación para beneficiar a los separatistas catalanes.
El líder socialista ha pedido "dejar que se presenten las enmiendas" para "no valorar en abstracto". Con estas palabras, el presidente del Gobierno ha dejado la puerta abierta a reformar el delito de malversación para que Oriol Junqueras y Carles Puigdemont se vean beneficiados.
Por otro lado, Sánchez ha defendido esa polémica reforma del delito de sedición que está llevando a cabo el Gobierno de España. "Lo que ahora los grupos quieran tratar de hacer, en el trámite parlamentario, tendremos que estudiarlo". Asimismo, ha "lamentado" que "no tengamos por parte del principal partido de la oposición un mínimo de solidaridad".
Para justificar estas concesiones, que facilitan un nuevo golpe de Estado por parte de los catalanes, Pedro Sánchez ha señalado que siguen teniendo a mano el artículo 155 de la Constitución. "Seguimos teniendo el 155 para condenar este tipo de conductas si se vuelven a dar".
Las concesiones al independentismo catalán
Pedro Sánchez está dispuesto a darles todo lo que pidan a los separatistas catalanes con tal de seguir en el poder. Su objetivo es que salgan adelante los Presupuestos Generales del Estado y contar con su apoyo de cara a las elecciones generales que se celebrarán en 2023.
El líder del PSOE quiere seguir cuatro años más en la Moncloa disfrutando de los privilegios de los que goza un presidente del Gobierno y no tendrá problema en darle a los separatistas catalanes todo lo que pidan. Los independentistas lo saben y poco a poco van trasladando sus exigencias a Sánchez.