Las elecciones generales están a la vuelta de la esquina y en Moncloa están preocupados. Tanto en Moncloa como en el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) están alerta y trabajando día y noche para controlar las posibles fugas de la información que se encuentra en el teléfono móvil de Pedro Sánchez.
El 'escándalo Pegasus' que salió a la luz el pasado mes de abril de 2022 le costó el puesto a Paz Esteban, quien entonces dirigía el CNI, pero fue cesada por el Gobierno. Desde entonces, cogió las riendas Esperanza Casteleiro, quien ahora se encuentra con un problema relacionado con este asunto.
El Centro Nacional de Inteligencia español lleva ya un tiempo trabajando con la novedad de que el software que se utilizó para acceder al contenido del dispositivo móviles del presidente del Gobierno no era Pegasus como se creyó en un principio.
Se trata de otro sistema mucho más avanzado o incluso una evolución del propio spyware Pegasus y que ha sido desarrollado en Israel.
El CNI sí acertó en que el ataque se produjo desde Marruecos, pero el software no provenía de NSO Group, empresa con sede en Tel Aviv y creadora de Pegasus, si no que venía de una empresa privada de Israel. Hasta la fecha, se trata de un software completamente desconocido.
Por ello, en el CNI dirigido por Esperanza Casteleiro trabajan sin descanso y contrarreloj, dedicando casi todos sus recursos, no tanto a identificar y conocer ese misterioso software, si no a intentar evitar que trasciendan públicamente los datos privados del teléfono móvil de Pedro Sánchez.
Esto es debido a que el dispositivo del presidente del Gobierno contiene asuntos concretos que salpicarían a la gestión de Pedro Sánchez y que, sin duda, condicionarían las próximas elecciones generales, que se celebrarán en el mes de diciembre de este año.