El periodista deportivo Josep Pedrerol, en su columna habitual de los lunes en el diario barcelonés ‘La Vanguardia’, ha hablado del adoctrinamiento que hay en las universidades catalanas en un artículo titulado 'Disfrazados de profesores', en el que habla de la fuerza del independentismo en los centros educativos.
"¿Adoctrinamiento en las universidades? Suena a broma, pero desgraciadamente no lo es", ha comenzado escribiendo el periodista deportivo Josep Pedrerol, que se ha metido de lleno en la lucha contra el independentismo catalán y contra el adoctrinamiento a los alumnos en las aulas.
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"Algunos profesores están convencidos de que los centros educativos son el lugar ideal para aborregar y crear fieles seguidores de una determinada ideología", ha añadido el presentador de El Chiringuito de Jugones en la columna que ha escrito para el periódico La Vanguardia, que es barcelonés.
Josep Pedrerol ha añadido que hay "profesores que sirven como oscuro instrumento del poder para manejar a los estudiantes a su antojo, o al menos intentarlo. Qué pena, qué bochorno. Las universidades son centros de aprendizaje, pero también de debate y de confrontación de ideas, nunca de imposición de estas".
En esta línea, el periodista deportivo ha pedido que "las universidades no sean espacios donde mande el sectarismo y se señale al que es diferente". Asimismo, Josep Pedrerol ha pedido en todos los centros educativos de Cataluña "libertad de pensamiento", "libertad de opinión" y "respeto".
Las universidades catalanas se han convertido en centros de formación de futuros radicales separatistas. Se premia a aquellos que apuestan por la ruptura con España y se castiga a los alumnos que solo quieren acudir a llevar a cabo sus estudios en el idioma oficial del país y sin meterse con nadie.
No hay respeto alguno
En muchas universidades, los profesores no respetan las opiniones de sus alumnos. De hecho, solo vale que el independentismo es la única postura buena y que el catalán es el idioma en el que deben impartirse las clases ya que los que hablan castellano están vistos como 'enemigos' dentro del campus.
Acceder a una universidad catalana y pedir que los estudios sean en castellano es enfrentarse a unos años de acoso, de maltrato y de ataques. No solo por parte del resto de alumnos que si son independentistas sino también por parte de los profesores y cargos más altos del centro educativo en cuestión.