La Selección Española de fútbol acudía ayer, 7 de junio, a las islas Feroe (reino de Dinamarca) para disputar un partido clasificatorio para la Eurocopa 2020.
La sorpresa fue mayúscula cuando la ministra de Finanzas del archipiélago, Kristina Háfoss, apareció en el evento deportivo portando un lazo amarillo, en recuerdo de los presos políticos catalanes.
Ella misma fue la encargada de mostrar con orgullo esta insignia a través de las redes sociales, aunque no escribió nada acerca del lazo en la publicación de la fotografía.
El partido concluyó favorablemente para el equipo español, que arrasó ante el archipiélago con un 1 - 4. (El zasca de Exteriores a las mentiras independentistas sobre la fantochada de Augsburgo)
Las fronteras del independentismo
El complemento utilizado por la ministra Háfoss es la consecuencia más visual del movimiento independentista fuera de Cataluña.
No en vano, el fugado Carles Puigdemont, fue recibido en las islas Feroe el pasado octubre, con el pretexto de formar parte de un ciclo de debates sobre el derecho a la autodeterminación.
Parece que el independentismo de Puigdemont ya no conoce fronteras, ni embajadas, si no que depende de conferencias y de convencer a políticos extranjeros para conseguir el éxito que no tienen en su propia tierra.