Perder a una mascota o tener que alejarse de ella durante un tiempo es muy doloroso.
Para ellos también, no entienden por qué no pueden estar con nosotros.
Con animales salvajes ocurre los mismo. Recuerdan, pasado mucho tiempo, quien les ha salvado y cuidado.
Los reencuentros son muy emocionante, imposible no llorar o incluso sonreir según transcurra el encuentro.
Los animales son una muestra del amor incondicional y sin interés.