Estaba herida y muy enferma, y necesitaba ayuda médica.
Apareció en la puerta de la casa de una familia y ellos todavía no saben cómo los encontró. Viven en el campo en medio de 16 hectáreas y ella los encontró.
Casi no podía caminar. Convivía con más perros y se podría decir que “la soportaban".
Era muy cariñosa con los nietos de la pareja y sabían que nunca se desprenderían de ella.
Cuando se recuperó jugaba con los otros perros de la casa y era feliz.
De repente llegó Hank, un nuevo cachorro que adoptaron. Hank tenia predilección por ella y le dio muchas ganas de vivir.