Suena a contrasentido que en el mundo de progreso constante en el que vivimos, en el que los adelantos tecnológicos que disfrutamos nos llegan a superar, no exista la manera de encontrar una solución al coronavirus que ha entrado en nuestras vidas como si se tratara de la peste medieval dispuesta a arrasar impunemente con todo y con todos.
¿Para cuándo una vacuna? ¿Tan difícil es encontrar un antídoto que frene al monstruo? Parece que sí. La empresa pública y la empresa privada luchan denodadamente en todo el mundo por encontrar la receta milagrosa contra el coronavirus. Pero no es fácil. Se precisan años de trabajo y de pruebas clínicas para dar con la fórmula de una vacuna eficaz. Primero, ensayo con animales. Luego, con humanos. (¡Que no te engañen con el coronavirus! )
Pero los científicos trabajan sobre resultados fiables. No pueden experimentar ni arriesgarse a que una vacuna pueda generar más problemas que los que resuelve. Y a día de hoy, pese a los esfuerzos que se están realizando para acortar los plazos, la Federación Europea de la Industria Farmacéutica calcula que se precisará un plazo de entre uno y dos años para dar con una vacuna efectiva contra el coronavirus. El mismo organismo descarta que la solución pueda llegar en meses.
Se sabe que varias vacunas están en proceso de desarrollo con el objetivo de estar listas para dentro de un par de años, aunque los plazos podrían acortarse ligeramente aprovechando el grado de conocimiento que ya se tiene del coronavirus.
Hasta ahora el trabajo lo están realizando muchas pequeñas empresas biotecnológicas, que podría unir sus esfuerzos con un proyecto europeo común sin límite de presupuesto. Y es que no sólo está en juego la batalla contra el coronavirus actual, sino también frente a ataques futuros de otros tipos de coronavirus.
Israel asegura que tendrá la vacuna en "pocas semanas"
Mientras en Europa se habla de entre uno y dos años, en Israel el ministro de Ciencia y Tecnología, Ofir Akunis, ya ha anunciado que un grupo de científicos israelíes tendrán la vacuna del coronavirus "dentro de pocas semanas" y que podría estar disponible para la población mundial en 90 días. (Esta famosa de Telecinco siembra el pánico por el coronavirus: "¡¡Vamos a morir todos!!")
Científicos del MIGAL han estado trabajado los últimos cuatro años en una vacuna contra el virus de la bronquitis infecciosa (IBV), que genera una enfermedad bronquial que afecta las aves de corral. La vacuna ya ha demostrado su eficacia y se sabe que tiene mucha semejanza genética con el ser humano.
Uno de los científicos implicados en el proyecto ha indicado que "el marco científico de la vacuna se basa en un nuevo vector de expresión de proteínas, que forma y segrega una proteína soluble quimérica que entrega el antígeno viral a los tejidos de la mucosa mediante endocitosis autoactivada, provocando que el cuerpo forme anticuerpos contra el virus. Todo lo que tenemos que hacer es ajustar el sistema a la nueva secuencia. Estamos en medio de este proceso, y esperamos que en unas semanas tengamos la vacuna en nuestras manos. Sí, en pocas semanas, si todo funciona, tendríamos una vacuna para prevenir el coronavirus".
El Gobierno calcula entre un mes y medio y cuatro meses para acabar con el problema
Paralelamente, el Gobierno de España cifra un plazo para acabar con el coronavirus en nuestro país: "de mes y medio a cuatro meses". El Gobierno de Sánchez espera que los cierres preventivos establecidos para los próximos días podrían alargarse si se constata que han surtido efecto.
Fernando Simón, el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, ha advertido que espera “semanas duras”, con aumento de víctimas contagiadas y fallecimientos. Y confía en que la llegada del calor permita aliviar la situación y dirigirla hacia una solución satisfactoria.
Los negros augurios de Angela Merkel
Por su parte, la candiller alemana, Angela Merkel, se ha propuesto echarle una dosis de pesimismo al asunto anunciando a sus conciudadanos que hasta el 70% de los alemanes acabará infectado por el coronavirus. Y recuerda que "no es necesario dar la mano. Basta con mirar a los ojos y sonreír". Y el epidemiólogo Wieler se ha apuntado a los negros presagios asegurando que "es infantil creer que China ha ganado la batalla cerrando una ciudad. El virus rebrotará". (¡¡Última hora!! La OMS declara que el coronavirus es ya una pandemia global)
Merkel ha sido cruda en sus conclusiones: "El virus está aquí. No hay vacuna, ni tratamiento. No hay inmunidad. Ante la imposibilidad de combatir la epidemia con los medicamentos actuales, la única forma de lidiar con la crisis es ganar tiempo, impedir que todos los contagios se produzcan simultáneamente". Lo que Merkel quiere evitar es sobrecargar el sistema de salud que debería enfrentarse a la tesitura de elegir entre pacientes.
Según Merkel casi 60 millones de alemanes se verán afectados por el coronavirus de una manera o de otra, aunque contando que cuatro de cada cinco casos será leve y uno de cada cinco puede acabar con infección pulmonar grave e incluso con la muerte. El jefe de Virología del hospital La Charité de Berlín, Christian Drosten, avisda de que "si no protegemos a los grupos de riesgo y permitimos una sobrecarga de los servicios de salud, si no nos tomamos esta crisis en serio, hay que prever que el índice de mortalidad en el grupo de riesgo será del entre el 20% y el 25%".
Alemania ha reaccionado mejor que otros países
En Alemania, más racionales que nadie, entienden que sólo una vacuna podría acabar con la epidemia y que eso no llegará antes de un año. Hasta entonces proponen como única salida espaciar en el tiempo los contagios para que el problema no desborde las posibilidades sanitarias de los diferentes países afectados.
Merkel, por su parte, se muestra partidaria de olvidarse de objetivos económicos y el déficit cero en Alemania y Europa y volcarse en la investigación contra el coronavirus con nuevas inversiones millonarias como tema absolutamente prioritario. (Susanna Griso se 'zampa' una fake news flagrante sobre Carmena y el coronavirus: "Perdonadme")
Alemania figura en el ranking como séptimo país más afectado del mundo, con unos 1.300 infectados y tres muertes. El ministro de Sanidad alemán ha justificado que a pesar de su gran población Alemania presenta menos casos porque reaccionó mejor y con más diligencia ante los primeros casos: "Otros países reaccionaron más tarde, de ahí que la curva que se dibuja en Italia, por ejemplo, sea distinta a la nuestra. Pero esa curva de infectados y muertos llegará. El coronavirus se extiende y no hay nada que lo pueda impedir. Lo único que podemos hacer es ralentizar la epidemia". Y ha recordado que "los jóvenes deben pensar en sus familiares, en sus amigos y no actuar como si no pasara nada porque nada les sucederá a ello". Y ha recomendado "no dejar a los niños al cuidado de los abuelos".