A pesar de presumir de querer promover una 'verdadera democracia' dentro de España, con los pactos y las mesas de diálogo con los nacionalistas independentistas vascos y catalanes, lo cierto es que la sección podemita del Gobierno de España parece estar cada vez más dispuesta a promover el enaltecimiento del totalitarismo más absoluto.
Así pues, a pesar de que los españoles, como ciudadanos libres, pueden escoger si vacunarse o no frente al Covid-19, habiéndolo hecho más del 90% según cifras del Gobierno de Pedro Sánchez, algunos políticos parecen estar dispuestos a 'condenar' moralmente a aquellos que han decidido no vacunarse, al menos de momento, frente al virus de Wuhan.
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Es el caso de Pablo Iglesias quien, en una entrevista en Cadena SER, no sólo ha cargado duramente contra los no vacunados, sino que también ha confesado que, como ciudadano, entendería que los no-vacunados fuesen amenazados o víctimas de violencia por esta decisión.
"Si a mi padre no le hubieran podido ingresar porque la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) estuviera colapsada por personas que no se han vacunado, y mi padre hubiera muerto, posiblemente yo como ciudadano particular hubiera tenido ganas de joder y algo más grave" ha asegurado el ex líder podemita.
Responsabilidad de los ciudadanos... pero no del Gobierno
Palabras que demuestran, no sólo el totalitarismo de Iglesias, que no contempla que la libertad de los ciudadanos pueda ser utilizada de una manera contraria a sus ideales, sino que también demuestra que el Gobierno de España, del que el podemita formaba parte hace apenas unos meses, sigue lavándose las manos en referencia a la pandemia del coronavirus.
Así pues, según las declaraciones del ex vicepresidente segundo del Gobierno, se entiende que es responsabilidad de los ciudadanos españoles, y principalmente de los no vacunados, evitar que las UCI españolas se vean colapsadas en esta sexta ola de pandemia del Covid-19.
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Sin embargo, ni una sola palabra de autocrítica ha salido de la boca del podemita para cargar contra la nefasta gestión sanitaria del Ejecutivo de Pedro Sánchez, que sigue yendo a la cola de Europa a la hora de gestionar la pandemia desde los hospitales, los cuales, dos años después de la aparición del virus, siguen sin contar con personal o material suficiente para hacer frente a las oleadas de pacientes que acuden a los centros hospitalarios.