Pablo Iglesias se abraza a la casta y a la pasta: Reclama una pensión de 5.300 euros por la jeta

Pablo Iglesias se abraza a la casta y a la pasta: Reclama una pensión de 5.300 euros por la jeta
Pablo Iglesias se abraza a la casta y a la pasta: Reclama una pensión de 5.300 euros por la jeta

Después de hacerse un hueco entre la casta de la política que tanto criticó, Pablo Iglesias muestra su apego por la pasta reclamando una pensión de 5.300 euros al mes por haber "trabajado" en el gabinete de Pedro Sánchez. 

Pablo Iglesias sabe lo que quiere y no perdona una. Tiene que mantener su casoplón de Galapagar y no puede permitirse el lujo de dejar de ingresar un dineral, aunque sea sin trabajar.

El candidato de Podemos a la presidencia de la Comunidad de Madrid ha reclamado la indemnización que le corrresponde por haber permanecido en el Ejecutivo de Sánchez durante 14 meses.

5.300 euros al mes

Y de acuerdo a su sueldo de 79.746,24 euros anuales, le corresponden 5.300 euros mensuales. En su caso percibirá esta cantidad durante un mes, el plazo de tiempo que va entre su dimisión como vicepresidente del gobierno y su teórica toma de posesión de su acta de diputado en Madrid.

'Maldita.es' le ha sorprendido solicitando a la Oficina de Conflictos de Intereses que depende del Ministerio de Política Territorial esta retribución compensatoria. Iglesias será muy comunista, pero no está dispuesto a pasar por tonto.

La ley reguladora del ejercicio de alto cargo de la Administración General del Estado contempla esta opción para los cargos que abandonan el gobierno y no disponen de retribución alguna. Es algo así como un paro a lo grande para los exministros. La pensión queda suspendida en cuanto el beneficiado tiene acceso a algún ingreso.

Los políticos pueden a acogerse a esta prebenda y disfrutarla durante el tiempo equivalente al que permanecieron en activo en el Gobierno. En el caso de Iglesias, 14 meses, y corresponde al 80% de su salario.

Iglesias tiene derecho a esta prebenda por ley, aunque eso no impide que otros políticos le hayan sacado los colores. Pudiendo acogerse a este privilegio, ni Màxim Huerta, ni Salvador Illa ni Carmen Montón reclamaron el cobro de esta pensión al salir del ejecutivo. Es una cuestión de ética y estética. 

Iglesias ha demostrado sentirse a gusto formando parte de esa casta politica que permite el acceso fácil la pasta. Ha aprendido rápido.