Meses después de haber abandonado para siempre la política, después de ser derrotado en las elecciones autonómicas a la Comunidad de Madrid por Isabel Díaz Ayuso, Pablo Iglesias ha vuelto a la esfera pública, a través de una entrevista concedida al diario italiano 'La Stampa'.
Una entrevista en la que el ex vicepresidente segundo del Gobierno no ha tenido pelos en la lengua, asegurando que su salida del Ejecutivo, y posteriormente de su formación, "no es una derrota", sino un "precio" político que ha tenido que pagar por "cerrar la posibilidad de que el PSOE vuelva a aliarse con la derecha", en referencia a la formación de Inés Arrimadas.
También se ha referido el ex podemita a su participación en el Gobierno nacional, asegurando que, cuando algunas ideas "llegan a la cima", tienden a "chocar con el poder".
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"Alcanzar el Gobierno no significa tener poder, sino desafiar el poder con las herramientas disponibles" ha explicado Iglesias, recuperando una idea que ya expuso siendo vicepresidente segundo. Eso sí, reconoce que gobernar implica "enfrentarse a muchas contradicciones" sin especificar cuáles fueron las suyas.
Aunque lleva semanas desaparecido de la esfera política, así como de su antiguo partido, Iglesias ha querido remarcar que seguirá trabajando como militante de base, allá donde sus acciones sean necesarias.
Unidas Podemos, víctimas de "sectores profundos"
Dispuesto a no dejarse nada en el tintero, Pablo Iglesias ha asegurado ante el medio italiano que, desde el inicio, Podemos tuvo que enfrentarse a fuerzas contrarias dentro del 'Estado profundo'.
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"Sabíamos que el poder no toma prisioneros y defiende privilegios, y cuando la democracia cambia el equilibrio de poder, alguien deja de ser democrático" ha desgranado el ex podemita.
Así pues, ha asegurado que en política hay "sectores profundos" que van "más allá de la ley, mas allá de la dinámica democrática"; sectores que habrían intentado "destruir" a Unidas Podemos a través de sus "estrechos vínculos" con los medios de comunicación.