El 2020 terminaba políticamente de una forma abrupta, después de hacerse pública la decisión de Salvador Illa de abandonar el Ministerio de Sanidad para volcarse como candidato a las elecciones catalanas.
Una sorpresa que, sin embargo, no ha podido superar la que ha dado la última encuesta de Sigma Dos para el Mundo: y es que, según los últimos sondeos, el Partido Popular casi igualaría en votos al partido socialista de producirse unas nuevas elecciones generales, lo que vuelve a poner el Gobierno de España en manos de los dos principales e históricos partidos.
Y es que, si bien los sondeos de los últimos días apuntaban a que los votantes de PSOE y Podemos se mantienen, en su mayoría, fieles a los integrantes del Gobierno de coalición, la gran mayoría de la ciudadanía se encuentra muy molesta con las decisiones políticas del Ejecutivo.
Nuevos y escalofriantes trapos sucios de la gestión del Covid-19 desde el Gobierno
Decisiones que van desde las restricciones del coronavirus (mentiras incluidas), hasta las cesiones a los nacionalistas vascos y catalanes a cambio de su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado.
Así pues, el enfado de la ciudadanía, y la desconfianza hacia Pedro Sánchez y los suyos, provocaría que Pablo Casado alcanzara el 25,2% de los votos de convocarse ahora unas elecciones, aunque Pedro Sánchez volveria a ser el ganador, con un 27,9%.
Caída en picado sufrirían los partidos extremistas: Podemos apenas alcanzaría el 10,8% de los votos, mientras que el partido de Santiago Abascal caería hasta el 13,5%. Ciudadanos quedaría como el menos representado en el hemiciclo, con un 7,6%.
Unos números que, sin embargo, son una buena noticia para los populares, que podrían hacerse con la Moncloa, eso sí, con la necesidad de pactar con Vox, a pesar de la sonada bronca entre sus lideres en las Cortes.
Pedro Sánchez se queda sin el apoyo nacionalista
Más complicado lo tendría el presidente socialista para mantenerse en el Gobierno, ya que la caída en la intención de voto hacia los podemitas haría que PP y Vox sumaran más apoyos que los del Gobierno de coalición.
La importante ceguera de los votantes de Podemos y PSOE queda al descubierto
Una situación enla que Sánchez, presumiblemente, dejaría de contar con el apoyo de nacionalistas vascos y catalanes, que ya han expresado en varias ocasiones su desinterés ante la política nacional, siempre y cuando no involucre a sus territorios.
Una posición que se mantendría, ya que, conseguidas sus premisas nacionalistas, los vascos y catalanes dejarían de tener 'razones' de peso para apoyar la candidatura del socialista, habiendo conseguido el nacionalismo vasco el acercamiento de los presos de ETA, y los nacionalistas catalanes, el indulto a sus principales líderes.