La Guardia Civil, en plena crisis del coronavirus, ha llevado a cabo una operación antiterrorista en Barcelona que se ha saldado con la detención de un ciudadano de origen marroquí.
Según han explicado los investigadores, el detenido era seguidor de la organización yihadista ISIS, estaba profundamente radicalizado y estaba preparado para cometer un atentado. (La Guardia Civil emprende una operación contra la trata de blancas en La Jonquera)
Los agentes han asegurado que el yihadista se había radicalizado durante el estado de alarma y que se había saltado el confinamiento para la "posible búsqueda de objetivos".
El Instituto Armado ha explicado que existían "referencias de su radicalización y afinidad al ISIS desde hace al menos cuatro años" aunque han añadido que ha sido en estas últimas semanas cuando ha llegado al punto de estar listo para atentar.
"Hasta fechas recientes, ese proceso de radicalización se mantenía bajo una apariencia de discreción, tanto desde el plano físico como virtual, que en ningún caso lo identificaban como un actor crítico", han indicado los agentes de la Guardia Civil encargados de la investigación.
La Guardia Civil cree que esta activación extrema de su actividad se debe a los llamamientos que han hecho desde la dirección del ISIS en las últimas semanas.
El grupo terrorista ha pedido a los lobos solitarios que aprovechen la crisis del coronavirus para atentar en sus lugares de residencia y hacer el mayor daño posible. (Estado Islámico reivindica el atentado que dejó 9 muertos en Libia)
En sus perfiles sociales, el terrorista mostraba su odio hacia occidente y su afinidad con el ISIS. Sin embargo, la Guardia Civil ya le seguía de cerca y ha evitado el atentado.
En colaboración con la DGST y el FBI
La investigación ha sido realizada de manera conjunta con la Dirección General de Seguridad del Territorio (DGST) marroquí y el FBI estadounidense.
El caso ha sido dirigido desde el Juzgado Central de Instrucción número 4 y de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.