Son los contrasentidos de la vida. Los mismos que promovieron un golpe de estado no admiten que les llamen "golpistas", un adjetivo descriptivo que les define de acuerdo a sus actos. En cambio no tienen reparo en insultar a los que no piensan como ellos llamándoles "fascistas". Es la ley de la selva que el separatismo ha traído al Congreso de los Diputados.
El portavoz de Esquerra Republicana (ERC) en el Congreso, Joan Tardà, ha llamado este miércoles "fascista" al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, después de que éste se refiera a los independentistas catalanes como "golpistas". Ambas palabras serán retiradas del Diario de Sesiones por orden de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, por considerarlas un insulto.
"De nuevo vamos a ejercer un acto de autodefensa democrática. Es usted un fascista", ha iniciado Tardà su segundo turno de intervención en el Pleno del Congreso sobre Cataluña y el Brexit, en respuesta al líder de Ciudadanos.
ERC anunció hace semanas que cada vez que desde el PP o Ciudadanos le llamaran "golpistas" les tildarían de "fascistas", una advertencia que llevó precisamente en el último Pleno del Congreso de noviembre a la presidenta, Ana Pastor, a anunciar que eliminaría ambos insultos del Diario de Sesiones.
Tardà ha lamentado tener que definir al líder de Cs como un "fascista" después de que el debate sobre Cataluña, aunque "duro", estuviera transcurriendo "dentro de unos límites". "Pero al final el señor Rivera ha tenido que decirlo y nos ha acusado de golpistas. Pues en autodefensa democrática, usted es un fascista", ha insistido.
Libertad de expresión, no de insulto
Frente a este nuevo desencuentro, la presidenta del Congreso ha tomado la palabra para confirmar que ordenarían quitar del Diario de Sesiones ambos calificativos. "Hay libertad de expresión, pero no hay libertad de insulto", ha enfatizado Pastor, incidiendo en que los "insultos" fascista y golpista dirigidas a cualquier miembro de la Cámara serán retiradas por su Presidencia.
"Somos adultos, todos sabemos lo que es hacer buena política y defender nuestras ideas, pero lo que no se puede permitir es seguir por el mismo camino --ha aseverado--. Les ruego que se atengan al Reglamento de la Cámara y a que la política no es insultar, sino construir con la palabra".