Las mentiras del Gobierno de Pedro Sánchez están a la orden del día, y ya casi no sorprende ver cómo el presidente vuelve a tomar el pelo a la gente, esta vez con las cifras que ha dado sobre el empleo que generará la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat, su última gran concesión para tener contentos a sus socios de Esquerra Republicana.
El Gobierno de España ha prometido que con la ampliación, que requerirá la inversión de 1.700 millones de euros tal y como establece el acuerdo con la Generalitat, generará 83.000 puestos de trabajo directos. Es una nueva mentira, y de las gordas.
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Y es que la creación de esos puestos de trabajo no depende del Gobierno, tal y como apuntan fuentes del sector aéreo citadas por el portal Vozpópuli. Son las compañías aéreas las que tienen que estar dispuestas a utilizar El Prat como base de operaciones, aumentando de este modo el tráfico y el número de empleos. No existe una certeza de que esa inversión vaya a repercutir tan notablemente en el empleo.
Fue la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, la que lanzó esa flagrante mentira en rueda de prensa el pasado lunes. Según ella, además se generarán 360.000 puestos de trabajo indirectos y el PIB catalán crecerá en 2,1 puntos. Todo especulaciones, ni un dato confirmado.
Las compañías decidirán
Para que el plan que tiene el Gobierno se cumpla o al menos se acerque a las cifras establecidas, hace falta que las grandes compañías aéreas qie necesiten conexiones entre Europa, América, Asia y África se interesen por el aeropuerto de Barcelona-El Prat.
"La inversión en un aeropuerto no garantiza ni de lejos que vayan a generarse 83.000 puestos de trabajo. Lo que hay que preguntarse es si están garantizadas las operaciones, si hay alguna aerolínea dispuesta a utilizar Barcelona como base de operaciones e interesada en incrementar el número de vuelos, especialmente de largo radio", apuntan las fuentes citadas.
De este modo, son las aerolíneas las que deben encontrar atractivo el aeropuerto de Barcelona-El Prat para instalar bases donde los pasajeros puedan hacer escala. El hecho de que algunos de los aeropuertos españoles no cumplan con ese requisito ha hecho que en España existan ya varios aeropuertos inútiles porque apenas se utilizan, como el de Castellón, el de Ciudad Real o el de Lérida, entre otros.
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Así, aunque el aeropuerto de Barcelona sí que tiene mucho tráfico aéreo, la ampliación podría no obtener el rédito buscado. Un informe del Ayuntamiento de Barcelona, de hecho, apunta a que "no se puede considerar que el aeropuerto de Barcelona tenga unos volúmenes de conexión que lo sitúen dentro de la categoría de hub” y "las condiciones del mercado tampoco son favorables para la aparición de una compañía que ofrezca vuelos de conexión desde el aeropuerto”.
Estamos hablando, por tanto, de una concesión más al independentismo que no se sostiene por ninguna parte. Nos hablan de puestos de trabajo para tomarnos el pelo, a sabiendas de que no está en sus manos cumplir con las cifras expuestas.