La brutal crisis económica que ha provocado el coronavirus a nivel mundial, y que ha afectado gravemente a la situación financiera de los principales clubes deportivos a nivel internacional, ha provocado que Florentino Pérez haya vuelto a sacar a relucir su deseo de cambiar el fútbol tal y como se conoce actualmente.
"Se necesitan nuevas fórmulas que lo hagan más competitivo, más emocionante, y más fuerte" ha asegurado el presidente del Real Madrid, quien, a pesar de no haberlo mencionado, tiene un claro objetivo en mente: conseguir que se apruebe la creación de la Superliga.
Un objetivo de lo más ambicioso, que según apuntan los rumores, podría estar ya en marcha, habiéndose reunido el presidente de los blancos con varios clubes; en concreto, fuentes cercanas a la UEFA han asegurado al ABC que Florentino se habría reunido esta misma semana con su homólogo de la Juventus, Andrea Agnelli.
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Eso sí, de momento, el presidente madrileño solo contaría con el apoyo en firme del FC Barcelona (confirmado por Bartomeu antes de su dimisión), el Manchester United y el Milán. Unos apoyos que resultan insuficientes ante el rechazo de otros grandes clubes y, principalmente, de los grandes organizadores de los actuales torneos de fútbol profesional.
Ni FIFA, ni UEFA, ni la Liga
Si bien la UEFA dejaba claro, desde el primer momento, su rechazo a la Superliga de Florentino, la FIFA ha sido aún más contundente con el plan del presidente blanco, después de conocer estas reuniones "encubiertas".
Así pues, en un comunicado con carácter tajante y poco amistoso, la FIFA ha señalado que "tal competición (la Superliga) o seria reconocida por la FIFA ni por la confederación correspondiente", llegando incluso a sancionaar duramente a aquellos que buscasen participar del torneo de Florentino.
"A todo club o jugador implicado en una competición así, como consecuencia, no se le permitiría participar en ninguna competición organizada por la FIFA ni por su confederación" ha asegurado la entidad, a pesar de que los rumores apuntaban a que el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, habría dado su visto bueno a la Superliga.
Un rechazo que también ha sido pronunciado por Javier Tebas, que asegura que las modificaciones de Florentino Pérez supondrían pérdidas millonarias, y que sólo se verían beneficiados algunos grandes clubes.
"FIFA y las confederaciones son conscientes del daño que haría al ecosistema del fútbol actual. Aquí no aparecería más dinero, sino que intentarían concentrarlos en unos poquitos clubes" ha asegurado Tebas, calculando la Liga que la Superliga tendria un impacto negativo de más de 1.600 millones de euros, llegando a poner en riesgo la existencia de la Champions League, y la participación de clubes modestos en torneos europeos.