Este último año, las asociaciones de víctimas del terrorismo de ETA han visto, con pena y rabia, como decenas de presos de la banda terrorista vasca han sido trasladados, por orden del Ministerio de Interior, a prisiones cercanas al País Vasco. Aproximaciones que se sumaban a la última decisión del Ejecutivo socialcomunista de Pedro Sánchez de ceder al Gobierno regional la competencia sobre las prisiones.
Movimientos que se han entendido públicamente como "regalos" del Gobierno nacional a los partidos nacionalistas vascos como 'respuesta' al apoyo de estos partidos a las medidas de Sánchez y los suyos en las Cortes Generales.
Sin embargo, Arnaldo Otegi, coordinador general de EH Bildu, ha querido defender que estos acercamientos, y la salida de los etarras de la cárcel, es debido a los grandes esfuerzos realizados por la izquierda abertzale en política.
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"La izquierda abertzale ha hecho un gran esfuerzo por consolidar un nuevo escenario" ha asegurado, recordando que hace 10 años que desapareció la violencia de ETA, y exigiendo que acabe "la violencia del Estado" contra los presos etarras.
Así pues, ha querido defender los recibimientos a los presos etarras en diversos vecindarios vascos, cargando Otegi contra las asociaciones de víctimas que han criticado estas manifestaciones.
"Hay gente que cumple su condena y en su pueblo es recibida por su gente, pero no se hace para herir la sensibilidad de nadie" ha asegurado el líder de EH Bildu "los ciudadanos de ese pueblo consideran que (los etarras) merecen ese reconocimiento o un abrazo [...] ¿Nuestra felicidad por ver a un preso salir de la cárcel es su dolor? Si este es el esquema, tenemos un problema" ha criticado en Radio Euskadi.
La 'estrategia' política del PNV
Así mismo, el líder de Bildu ha querido señalar que, desde la política nacional y desde las asociaciones de víctimas del terrorismo se está realizando una "campaña contra la izquierda independentista vasca".
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Una campaña en la que Otegi también ha involucrado al PNV, a los que acusa de "desviar la atención" hacia la izquierda abertzale para evitar dar explicaciones sobre su gestión sobre el Covid-19, tanto sanitaria como económicamente, aprovechando las pintadas de las juventudes abertzales.
"Yo nunca he sido favorable a que se hagan cosas en las sedes de los partidos, y lo he dicho cien veces" ha señalado.