Tras su huida de Waterloo, y consciente de la euroorden de detención que pesaba sobre él y sobre sus consejeros dictada por el Tribunal Supremo, Carles Puigdemont ha dedicado estos últimos años a crear su defensa internacional contra el Estado español.
Una defensa en la que ha intentado convencer a los diferentes tribunales europeos de que tanto él como el resto de independentistas son 'exiliados políticos', que han tenido que huir de España debido a la "opresión" del Gobierno de España.
Alegaciones que no han convencido dentro de Europa, pero que, sin embargo, han provocado que el Tribunal General de la UE determine 'pausar' la euroorden del Tribunal Supremo español de forma temporal, hasta que se resuelva la cuestión prejudicial presentada por el juez Llarena ante el tribunal europeo sobre la actual situación del fugado en Waterloo.
Carles Puigdemont sigue con su fantasía indepe: ahora, con un 'BOE' del Consell per la República
Un movimiento que ha hecho que Puigdemot haya decidido cargar ahora contra los magistrados del Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional españoles, a los que ha acusado de no ser "imparciales" en los enjuciamientos de la causa secesionista catalana.
Movimientos judiciales que parecen haber gustado a Oriol Junqueras, quien fue indultado por el Gobierno de Pedro Sánchez, pero sobre el que se mantiene la condena de inhabilitación política durante 13 años por su implicación en el procés.
La sentencia de la UE, a examen
Así pues, el líder de ERC ha presentado un escrito en el que se exige al Tribunal Constitucional la suspensión de su inhabilitaicón, argumentando su petición en la resolucióin del vicepresidente del Tribunal General de la UE del pasado 26 de septiembre sobre los casos de Puigdemont y sus consejeros.
"El procedimiento penal principal siempre queda en suspenso hasta que el tribunal europeo decide sobre la cuestión prejudicial planteada" sostiene la defensa del republicano "el Tribunal Supremo no podía dictar ninguna condena durante la tramitación de la cuestión prejudicial sobre la inmunidad de Oriol Junqueras, algo que no respetó".
Palabras que no sólo demuestran el acercamiento 'judicial' entre Oriol Junqueras y Carles Puigdemont, sino el interés de ambos por regresar a la actualidad política catalana, donde sus sucesores han acabado provocando una fractura en el movimiento independentista a raíz del procés de 2017.
Un regreso que implicaría que Cataluña volviese a la situación previa a la mesa de diálogo de Pere Aragonès con Pedro Sánchez: una Cataluña en la que la política autonómica, liderada por Puigdemont y Junqueras, centraba sus esfuerzos en la división entre catalanes, el desafío al Estado español, y la malversación de los fondos públicos a favor de los 'chiringuitos' secesionistas más radicales.