Es el deporte favorito de todos los independentistas, gastar dinero que no es suyo. Òmnium Cultural, nacida en 1961, ha recibido desde 2005 más de 20 millones de euros de dinero público en subvenciones para incentivar el catalanismo, encargo de estudios y campañas de recaudación.
Tradicionalmente la Generalitat inyectaba entre uno y dos millones de euros al año en las cuentas de Òmnium. La mayor parte de ellas son subvenciones a fondo perdido y otorgadas a dedo, sin concurrencia pública. La última gran subvención se la dio Artur Mas de forma directa en 2011: 1,4 millones de euros para sufragar las "actividades y proyectos" de Òmnium Cultural durante las anualidades 2011 a 2013.
Estas desorbitadas cantidades de dinero, bien hubiesen servido para causas sociales, pero claro, a los artífices de este procés les interesaba montarla gorda para crear una cortina de humo necesaria para Pujol, Mas y todos los corruptos del 3%.
La última 'función' de Òmnium Cultural es la siguiente, ha iniciado este sábado una campaña con la que 140 equipos de voluntarios de la entidad pegarán más de 30.000 carteles en Cataluña para denunciar la "situación inadmisible" que dicen que es el encarcelamiento de los líderes independentistas, entre ellos su ex presidente Jordi Cuixart. Su vicepresidente ha afirmado que el Estado “no está garantizando los derechos" de los presos independentistas, en lo que ha indicado que es "una causa política".
La campaña de Ómnium para denunciar a España
El inicio de esta campaña ha sido en la rambla del Poblenou y en declaraciones a los medios ha señalado, en este sentido, el posicionamiento de ONGs como Amnistía Internacional, Front Line Defenders y la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT) respecto a los que el independentismo define como presos políticos. "Haría bien el Estado español en escucharles", ha señalado Mauri, que ha negado que en España haya "división de poderes" y ha censurado la "politización de la Justicia".
Mauri ha añadido: "Por eso salimos a la calle, para denunciar con la ciudadanía catalana y, por extensión, la del resto del Estado que cuando tocan los derechos de una persona nos los están recortando a todos". Penoso.