Ocho detenidos, con seis italianos y una francesa, acusados de presunto delito de homicidio por la quema del furgón policial

Los atacantes, que estaban perfectamente organizados con cabecillas que dominaban la situación, fueron detenidos gracias a la intervención de agentes infiltrados entre los radicales

Ocho detenidos, con seis italianos y una francesa, acusados de presunto delito de homicidio por la quema del furgón policial
Ocho detenidos, con seis italianos y una francesa, acusados de presunto delito de homicidio por la quema del furgón policial

Prisión provisional, comunicada y sin fianza para los ocho detenidos que supuestamente actuaron de forma conjunta para prender fuego al furgón policial. Es la resolución del Juzgado de Instrucción 17 de Barcelona sobre los hechos referidos a la causa abierta por un presunto delito de homicidio en grado de tentativa contra agentes de la autoridad, desórdenes públicos, delito continuado de daños, manifestación o reunión ilícita y pertenencia a grupo criminal.

Los Mossos ya saben quién está detrás de las protestas violentas

De los ocho detenidos, cinco son hombres de nacionalidad italiana y tres mujeres (italiana, francesa y española). Las penas que pueden caer sobre ellos pueden estar por encima de los dos años de cárcel por el alto riesgo de fuga que presentan y por la peligrosidad criminal de sus actos, lo que da a entender que ofrecen un claro riesgo de reiteración delictiva.

Agentes infiltrados identificaron a los autores

Los Mossos llegaron hasta estos ocho detenidos a través de agentes infiltrados entre los manifestantes el pasado sábado. Se trataba de dar con los autores de la quema de la furgoneta de la guardia urbana, con agente dentro, en plena algarabía vandálica.

El 27 de febrero varios Mossos se infiltraron entre los manifestantes y consiguieron localizar a un grupo de personas que hablaban italiano y que "de forma coordinada y muy violenta provocaban ataques a establecimientos comerciales y entidades bancarias".

En ese grupo dos jóvenes llevaban la voz cantante y daban órdenes a los demás. Entre ellas el ataque a una comisaría de la Guardia Urbana y a sus agentes. Los Mossos acompañaron a la comitiva estudiando los movimientos de los cabecillas de la revuelta y cómo se lanzaban dos cócteles molotov contra la fachada de la comisaría.

Dominio de la situación de los cabecillas

El segundo de ellos cayó bajo la furgoneta de la Guardia Urbana que quedaría devastada por el fuego y con un agente en su interior, que tuvo que desalojarla precipitadamente.

La identificación fue sencilla, especialmente porque les fue incautada una mochila que contenía unas veinte pastillas incendiarias en su interior, un bote de disolvente y un trapo impregnado de líquido desprendiendo un fuerte olor.

¿Hasta dónde vamos a llegar? Un agente de la Guardia Urbana, a punto de morir ardiendo por un cóctel mólotov

El grupo de agentes infiltrados pudo constatar el dominio de la situación de los cabecillas, su grado de conocimiento de estrategias terroristas para organizar sus ataques, lo que permite deducir que los actos vandálicos que se han producido estos últimos días están perfectamente planificados y no obedecen a acciones espontáneas.