La continuacion del Estado de Alarma impuesto el 14 de marzo por Pedro Sánchez y su equipo ha provocado que, desde las últimas semanas, los integrantes del primer Gobierno de coalición de España enfrenten posturas de forma continuada.
Y la última renovación del estado de alarma no ha hecho más que añadir polémica dentro de las filas del Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Y es que, poco después de conocerse la ampliación, de otros 15 días más, del estado de alarma, se conocía también el acuerdo para acelerar la derogación de la reforma laboral firmado entre Podemos, PSOE y EH Bildu.
Pacto que ha provocado un fuerte malestar entre partidos de la oposición, como Ciudadanos, que se sienten "engañados" por el PSOE, o incluso por algunos miembros del Ejecutivo, que desconocían este documento antes de la votación, como es el caso de Nadia Calviño.
Ruptura entre los bloques del Gobierno
Precisamente Calviño fue una de las socialistas que exigió personalmente a Pedro Sánchez que se frenara dicho acuerdo, pese a ser una de las líneas rojas del acuerdo entre el partido socialista y los podemitas.
Tensiones que se intensificaban al afirmar el propìo vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, que Calviño "no ha frenado nada" ya que el acuerdo está firmado, pese a las declaraciones de muchos socialistas que afirmaban que algo así, en este momento, sería "absurdo y contraproducente", intentando abogar con una reforma "parcial". (Arrimadas se siente engañada por el pacto de Sánchez con Bildu)
Entre declaraciones cruzadas, las tensiones van en aumento, haciendo peligrar no sólo el estado de alarma, sino los pactos de reconstrucción tras el paso del coronavirus por el país, e incluso, la continuidad del Gobierno de coalición.