Desde Alemania, concretamente el 'Der Spiegel', se ha dado un paso más allá en las acusaciones de abuso sexual de Cristiano Ronaldo. La revista alemana, que fue la primera en soltar la 'bomba', publíca ahora el acuerdo secreto entre el futbolista y Kathryn Mayorga.
El documento está firmado con fecha del 12 de enero de 2010 y en él se obliga a la mujer a mantener silencio sobre los hechos que ocurrieron en aquella discoteca de Las Vegas, a quemar cualquier prueba en contra de Ronaldo y el reconocimiento de un pago de 375.000 dólares (325.263,59 euros).
También se aportan las firmas de ambos implicados y los abogados, lo que da una autenticidad real al documento. En el mismo, Ronaldo utiliza el sobrenombre de 'Topher', algo reconocido por sus propios abogados en la documentación adjunta.
En total, Ronaldo contó con un grupo de 6 expertos para ir en contra de Mayorga y que el caso no trascendiese más de lo debido. El equipo incluyó un detective privado con buenos contactos con el Departamento de Policía Metropolitana de Las Vegas (LVMPD), otros dos abogados de Portugal, la firma de abogados Schillings, con sede en Londres y especialista en gestión de crisis, un miembro del bufete de abogados Lavely & Singer de Los Ángeles, que se hizo famoso por ayudar a clientes como Cameron Diaz y Jennifer Aniston y el abogado Richard Wright de Las Vegas, que tiene una tarifa por hora de 475 dólares. Más tarde, el equipo también contrataría a un experto médico y un experto forense.
Un cuestionario con doble versión
Entre las partes destacadas del documento hay un compromiso por parte de Ronaldo de entregarle a Mayorga los resultados de las pruebas de enfermedad por transmisión sexual, algo que dejaría claro que hubo una relación sexual sin protección.
Aparece también un cuestionario, modificado en otro documento publicado tres meses después, donde el portugués da una versión totalmente distinta y que podría ser la prueba de fuego para su condena. "Se quejaba de que la forcé”, habría declarado Ronaldo, “Dijo no y que parase varias veces (durante la relación)", decia en el primer documento. En el segundo, Cristiano alega que la relación fue consensual y que ella nunca dijo "no" ni "stop".
Por último aparece el informe realizado por la polícia de Las Vegas horas después de la supuesta violación. En él, se detalla que Mayorga "lloraba y rechazaba confesar el nombre del hombre, hablando solo de una celebridad, de un atleta". Años después, ella misma confesó que "Firmé el acuerdo porque estaba aterrorizada con sufrir una humillación pública" y que el movimiento #MeToo le ayudó a dar el paso.