El 13 de febrero de 2009, la Policía Nacional detenía a Miguel Carcaño, que confesaba, poco después, haber asesinado a su amiga, Marta del Casillo, en la noche del 24 de enero. Una confesión que, sin embargo, más de 12 años después, sigue sin incluir la localización del cadáver de la joven, impidiendo el descanso definitivo para ella y su familia.
"Miguel fue a las 17:30 horas del 24 de enero a recoger en su domicilio a Marta, y a continuación se dirigieron a una plaza donde se encontraban, entre otros, el 'Cuco'. [...] Se dirigieron al piso de León XIII en el que residía habitualmente Francisco Javier Delgado [...] Una vez solos, comenzaron a discutir por razones de la relación sentimental que mantuvieron en su día" explica la sentencia que condenó a Carcaño "En el transcurso de dicha discusión, el autor confeso del crimen cogió de repente un cenicero que había en una mesa, y con un movimiento rápido y brusco, con gran fuerza, golpeó a la víctima, que cayó al suelo debajo de la mesa , con la cabeza y la cara ensangrentadas, falleciendo de inmediato".
Un homicidio que podría haber sido considerado involuntario, pero que, más de diez años después, sigue siendo un caso abierto, debido a que el asesino confeso, presuntamente junto a varios amigos, se deshicieron del cuerpo de la joven.
"Tras discutir sobre qué hacer, decidieron hacer desaparecer el cadáver [...] colocaron el cuerpo en una silla de ruedas, y de esa manera lo sacaron de la vivienda haciendo desaparecer el cadáver en lugar que se desconoce" reza el texto.
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Una localización que podría dejar de ser un secreto dentro de muy poco; y es que, el pasado 14 de abril, el juez de Instrucción nº4 de Sevilla, Álvaro Martín, ordenaba recabar los teléfonos móviles del asesino, para conseguir los "datos crudos" de estos teléfonos, al igual que los de la víctima y el resto de implicados, los cuales podrían aportar nuevas pistas sobre el lugar en el que descansa el cuerpo de la joven.
"Cabe la posibilidad de que de esta pericial resulten indicios de la posible ubicación del cuerpo de la víctima, como señala la parte y la propia Policía Nacional" ha explicado el juez.
Los "datos crudos", la última esperanza de la familia de Marta
"Cuando un teléfono tiene cobertura, realice llamadas o no, se puede saber a qué antena está conectado, y la dirección que lleva" ha explicado Manuel Huerta, especialista en informática forense y perito judicial del caso de Marta del Castillo, a ABC.
Así pues, Huuerta, que también participó en la investigación del asesinato de Diana Quer, ha explicado que un teléfono, a pesar de no tener tarjeta SIM, siempre se vincula a las antenas más cercanas, dando cobertura red, por ejemplo, para las llamadas de emergencia, ofreciendo a los peritos datos de localización, considerados "datos crudos".
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"Se puede identificar la conexión a las antenas sin hacer llamadas" ha explicado Huerta, que afirma poder trazar el recorrido del asesino de Marta y sus presuntos cómplices gracias a los cambios de antena de red que grabaron sus teléfonos durante aquella noche.
Así pues, gracias a estos datos, aún "ocultos" en los teléfonos de los implicados, el informe policial en el que trabaja el citado perito podrá trazar una nueva ruta de búsqueda del cuerpo de la joven, siendo la última esperanza de la familia para darle sepultura y poder, finalmente, descansar, después de más de 12 años de dudas y procesos judiciales.