El Gobierno de coalición está atravesando uno de sus peores momentos, ya que las diferencias entre la ideología y el programa electoral del PSOE y Podemos cada vez son más consistentes, y adquieren más peso que las similitudes entre ambas formaciones.
Formaciones que, además, parecen haber perdido la paciencia en sus negociaciones internas, tales como el calendario para la subida del salario mínimo, el decreto antidesahucios, la prohibición del corte de suministros o la revisión del sistema de pensiones.
Además de estas discrepancias, solventadas por los responsables de los distintos ministerios a falta de un acuerdo entre sus líderes de partido, son los apoyos inequívocos de Podemos ante el nacionalismo vasco y catalán lo que hace aumentar la brecha entre ambas formaciones.
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En concreto, el protagonismo otorgado por Iglesias a Otegi durante los Presupuestos fue considerado un esfuerzo "innecesario" por parte del sector socialista, incómodo ante esto acuerdos, y cada vez más cercanos a las críticas de la oposición.
También la insistencia de Podemos en llevar a cabo una comisión de investigación sobre las irregularidades fiscales del Rey emérito, así como su continuo rechazo a la Monarquía española, han creado nuevas diferencias entre ambos partidos, aún más marcadas tras el rechazo expresado por la vicepresidenta Carmen Calvo.
Un rechazo ante el que, este sábado, Pablo Iglesias ha establecido la estrategia a seguir desde la formación morada: seguir insistiendo ante las "enormes resistencias" de "los poderes de siempre" ante el cambio.
"Puede que nos digan, y tendrán razón, que somos muy cabezones [...] bueno, pues sí, somos muy cabezones para que se cumplan los acuerdos firmados, y nos votaron para esto".
Sánchez castiga a Iglesias por su política de "ruido"
A pesar de haber insistido en pedir "tranquilidad y prudencia" a los ministros de ambos partidos, a Pedro Sánchez no le ha quedado más remedio que actuar ante el "modelo de filtración y ruido" diseñado por Podemos para fomentar la polémica interna.
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Y es que el presidente socialista, según fuentes, se habría cansado de la "deslealtad y falta de seriedad" de Podemos, así como del "ruido en los medios" provocado por las "filtraciones" de la formación morada.
Así pues, fuentes gubernamentales han asegurado que, desde hace dos semanas, no se ha celebrado ninguna reunión de coordinación gubernamental (organizadas los lunes y los viernes) entre las dos formaciones del Gobierno de coalición.
No se han celebrado, por tanto, ni la del lunes, conocidas como 'maitines', en las que se reúnen los principales perfiles políticos de los partidos (Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Carmen Calvo, Irene Montero...) ni la reunión de los viernes, centrada en la coordinación del Presidente con el vicepresidente segundo.
Ambos líderes solo habrian coincidido, y así lo seguirán haciendo estas semanas, en el Congreso de Ministros, limitando sus declaraciones y acercamientos a las cuestiones, ya cerradas por sus segundos, previamente.