La llegada de la pandemia del coronavirus supuso en España un estado de alarma controlado, a través del mando único, por el Gobierno de Pedro Sánchez, recayendo la principal responsabilidad en el ministerio de Sanidad de Salvador Illa.
Este estado de alarma no solo provocó un confinamiento domiciliario para todos los ciudadanos, y el cierre de centenares de comercios, sino que también comenzó una brutal batalla mediática entre el PSOE y el principal partido de la oposición, el Partido Popular, apoyados ambos por los partidos afines.
Una batalla que llenaba las calles españolas de confusión y desconcierto, ya que las medidas impuestas desde las comunidades autónomas, así como los datos de contagio, eran contradictorias a las publicadas oficialmente desde el Gobierno central.
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Una situación que se complicaba aún más en Madrid, donde el Gobierno regional de Isabel Díaz Ayuso se enfrentaba directamente al Ejecutivo socialcomunista de Sánchez e Iglesias en la desescalada, cuando la capital española quedó apartada de la desescalada nacional por directrices supuestamente partidistas del Gobierno.
Un enfrentamiento que ahora ha vuelto a repetirse en los Presupuestos Generales del Estado, tras el acercamiento entre EH Bildu al Gobierno socialista para aprobar estas Cuentas, y que parecen haber traído, como consecuencia (directa o indirecta), el acercamiento de los presos de ETA al País Vasco.
"40 valientes políticos fueron asesinados por ETA por defender la libertad y la democracia española. Eran del PP, UPN, UCD y PSOE, inocentes como otras 800 víctimas. Bildu justifica y reivindica ese terror, y esa es su responsabilidad. Por eso no se puede pactar con ellos" ha acusado Pablo Casadoa través de su cuenta oficial de Twitter.
Una afirmación que llegaba como contestación a José Luis Ábalos, ministro de Transportes, que aseguraba en una entrevista en El País que el partido proetarra vasco tenía "más sentido de la responsabilidad" que el PP en cuanto a la aprobación de los PGE.
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"Si el PP hubiera estado a la altura de las circunstancias, no estaríamos hablando de esto" ha asegurado el socialista, que ha acusado a los populares de tener una actitud "obstruccionista".
Lenguaje electoralista, pero poco preocupado por los ciudadanos
Una nueva 'bronca' entre los dos principales partidos políticos de España que sigue a la dejada por la gestión de la pandemia, ahora en las manos de las comunidades autónomas, que ya ha agotado la paciencia de la ciudadanía.
Y es que, mientras que las discusiones y la polémica centran el foco de atención en el Congreso y el Senado, la ciudadanía recuerda, a través de las redes sociales, que la pandemia sigue amenazando la vida de todos los españoles, así como la crisis económica provocada por el Covid-19.
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"Pues ahora se muerte mucha gente por la mala gestión de los políticos" se lamenta un usuario en las redes sociales "Nunca cambiaréis...".
Una crítica a la que, desde hace meses, se unen centenares de ciudadanos anónimos, en manifestaciones y en publicaciones a través de las redes sociales, mientras el tono político actual abandona cada vez más la seguridad y el bienestar ciudadanos, para centrarse en el perfil electoralista de quien espera unas nuevas elecciones generales.