El separatismo no perdona la menor oportunidad de lavar el cerebro a los niños. El adoctrinamiento sobrepasó los límites de la educación en Cataluña para llegar también al ocio durante el Festival Internacional de Payasos de Cornellá: el ganador, Claret Clown, no tuvo otra ocurrencia que lanzar un discurso separatista tras conseguir el ‘Nas d’Or’ (nariz de oro), tal y como cuenta El Catalán. ¡Bochornoso!
Claret Papiol, más conocido como Claret Clown, pronunció un discurso repulsivo delante de un grupo de niños para reclamar la libertad de los golpistas presos. En lugar de divertir a los niños, como debería ser su profesión, se dedicó a hacer un mitin político en clave secesionista. Y no se le cayó la cara de vergüenza. El personaje de payaso le va que ni pintado a este tipo.
Claret Papiol utiliza a los niños por la independencia
En presencia del alcalde de Cornellá, Antoni Balmon (PSC), y durante la gala inaugural del certamen, el payaso afirmó que “la nariz de oro es, en estos momentos, una nariz amarilla”.
Un mensaje separatista haciendo alusión al símbolo empleado por el independentismo para pedir la liberación de los presos golpistas: “Tenemos compañeros y compañeras entre los encausados por haber utilizado la libertad de expresión”, apuntó sin reparos.
“Reconocimiento y una exigencia firme de libertad para los presos políticos catalanes, porque ellos son los que nos dieron la posibilidad de expresarnos, la libertad de expresión”, expresó Papiol durante un festival que cuenta con el apoyo instituciones como el Ministerio de Educación y Cultura.
Coacción para que el público luciera lazos amarillos
Por si esto fuera poco, grupos de activistas radicales repartieron lazos amarillos a los asistentes en los aledaños de este festival, rodeando los puntos de acceso para que el público no pudiera evitar recoger sus lazos y coaccionando así a los presentes para que lucieran dichos lazos. Algunos de los artistas participantes también los lucieron. Una auténtica vergüenza que se suma a la larga lista de barbaridades separatistas. ¡No respetan nada!