Jeanne Pouchain tenía una fierte discusión con un empleado, en noviembre de 2017, que acababa con el despido del empleado, debido a que éste había perdido un gran y cuantioso contrato de la empresa en el año 2000.
Un despido que, a pesar de ser justificado, no era aceptado por el empleado, que decidía tomarse una muy fría venganza contra la mujer: declarar oficialmente su muerte.
"Es una historia loca" ha asegurado el abogado de Pouchain, Sylvain Cormier "El demandante alegó que la señora Pouchain estaba muerta, sin aportar ninguna prueba, y todo el mundo le creyó".
Una declaración de fallecimiento que llevaba a las instituciones a eliminar todos los registros oficiales de Jeanne: su tarjeta de identificación, su permiso de conducir, su seguro médico, y sus cuentas bancarias.
Más de tres años demostrando que sigue viva
Fue un tribunal laboral de Lyon el que declaró el fallecimiento de la mujer, que lleva más de tres años, desde noviembre de 2017, intentando demostrar que sigue viva.
Así pues, Jeanne sigue luchando día tras día para que la declaración judicial de su muerte sea declarada falsa.
"Las agencias estatales me dicen que ya no estoy muerta, pero que aún no estoy viva" asegura, en clave de humor, la afectada "¡Estoy en proceso!".