Pedro Sánchez parece haber asimilado ya el cambio de protocolo que debe aplicar a partir de ahora a sus socios separatistas. De la misma manera que en Barcelona fue recibido por Torra como si fuera un jefe de estado, de igual a igual, hoy el presidente del ejecutivo español ha tenido un detalle con Torra para subirle un escalón en su jerarquía, situarle por delante de los presidentes autonómicos y colocarle en el rango de jefe de estado también.
Sánchez ha tenido esta delicadeza con Torra en el ceremonial de su comparecencia ante los medios de comunicación para dar cuenta de los sucedido en la primera reunión de la Mesa de Negociación para resolver el conflicto catalán.
Un presidente autonómico VIP
Con Torra en esta ocasión se ha hecho una excepción, dado que a los presidentes autonómicos que pasan por Moncloa y quieren hacer declaraciones a la prensa tras ser recibidos por el jefe del Ejecutivo se les ofrece una sala más pequeña, denominada sala briefing, para hacer su comparecencia.
Pero Torra ha recibido tratamiento de jefe de estado, confirmando lo expresado por Pablo Montesinos, portavoz del PP, que ha resumido así el contubernio de Sánchez con los que quieren romper España: «Sánchez pretende llamar diálogo a una humillación».
Y es que el inhabilitado Torra se ha movido por La Moncloa con tratamiendo de "invitado de honor", el mismo que se dispensa a los jefes de estado internacionales.
Torra ha podido disponer de la sala principal de conferencias de prensa de La Moncloa, que sólo es utilizada por los jefes de Estado y de Gobierno en sus visitas a España, y excepcionalmente se reserva para el jefe de la oposición.
Desprecio al resto de presidentews autonómicos
El simbolismo de este gesto muestra un claro desprecio al resto de presidentes autonómicos, que son considerados en un escalón inferior al del presidente de la comunidad autónoma catalana. Como si fuera más que los demás.
La indignación crece entre olos populares porque en esa mesa «se hablará de autodeterminación y de amnistía. Supone premiar la deslealtad y marginar a más de la mitad de la población en Cataluña".