La figura del mediador, que debe (o no) presidir la mesa de negociación pactada entre el Gobierno y el independentismo catalán, amenaza con bloquear cualquier avance. Para ERC la figura del mediador es prescindible, mientras que para JxCat es imprescindible. Parece claro que los dos grandes partidos independentistas necesitan de un mediador para ponerse de acuerdo y aclarar sus ideas antes de hablar con el gobierno de España.
La portavoz de Junts en el Congreso, Laura Borràs, ha recalcado hoy que la inclusión de un mediador en la mesa de diálogo que van a crear el Ejecutivo central y el catalán no es un capricho "personal" del president, Quim Torra, sino una "obligación" y un "deber", porque así lo reclamó el Parlament de Cataluña. (La figura del "mediador" amenaza con destruir la mesa de diálogo ofrecida por Sánchez a los separatistas)
En declaraciones en la Cámara Baja antes de participar en la Junta de Portavoces, Borràs ha subrayado que el fue el propio Gobierno de Sánchez el que aceptó esta figura antes de "levantarse de la mesa" a principios de 2019 y de convocar las elecciones del 28 de abril.
Así, ha hecho hincapié en que el nuevo foro de diálogo que se ha acordado poner en marcha debe retomar las cosas donde se dejaron entonces, cuando el Ejecutivo, ha insistido, ya había aceptado el mediador en el que ahora insiste Torra.
No es para "meter presión"
En este sentido, ha negado que la insistencia en reclamar esta figura implique meter "presión" y ha añadido que es "extraño" que este asunto ahora genere un "problema" cuando un año se había aceptado.
"Si uno no tiene nada que esconder, ni va a faltar a su palabra suponemos que no habrá ningún problema que en haya un tercero", ha agregado, mostrando su deseo de que la mesa pueda celebrar su primera reunión la semana que viene. (Torra busca (y no encuentra) a un mediador internacional)
Por otra parte, se ha quejado de que, pese a la promesa del Gobierno de desjudicializar el problema catalán, la "judicialización" siga adelante con una nueva querella contra el presidente del Parlament, Roger Torrent, "por permitir que se hable de autodeterminación y Monarquía".
¿Sit and talk?
Asimismo, ha denunciado que la Fiscalía "siga afinándolo todo" y ahora "persiga" al jefe de la Oficina del expresidente catalán Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay, por presuntos de los delitos de malversación y prevaricación, por usar fondos públicos para viajar a Nueva Caledonia con motivo de su referéndum de autodeterminación. "Suponemos que lo que les molesta es que la Oficina del expresident siga haciendo un trabajo en el ámbito internacional", ha dicho.
Queda claro que lo del mediador sólo es una excusa de JxCat para frenar el protagonismo de ERC negociando con el gobierno. Los republicanos no están dispuestos a bloquear la mesa de diálogo por el tema del mediador. Si está, bien. Y si no, también. Y Pedro Sánchez ya ha avanzado que el mediador serán "47 millones de españoles". Ahora se trata de poner palos en las ruedas por parte de JxCat para evitar el tan reclamado sit and talk. Lo tienen ante sus narices y se echan para atrás.