No le interesa, pero Rocío Carrasco tiene motivos para ni mirar a la cara a Kiko Hernández

El colaborador de Sálvame fue incapaz de demostrar que no se inventó el supuesto cáncer de páncreas que sufrió. Esa enfermedad acabó con la vida de Rocío Jurado

No le interesa, pero Rocío Carrasco tiene motivos para ni mirar a la cara a Kiko Hernández
No le interesa, pero Rocío Carrasco tiene motivos para ni mirar a la cara a Kiko Hernández

Rocío Carrasco y Kiko Hernández se han hecho los mejores amigos en los últimos tiempos. La hija de la más grande ha perdonado al colaborador de Sálvame todas las veces que le faltó al respeto en televisión. Seguramente por interés, dado que a su hija sigue sin perdonarla 10 años después del famoso incidente que las separó.

Sin embargo, Rociíto tiene motivos para ni siquiera mirar a la cara a su nuevo mejor amigo, teniendo en cuenta los antecedentes de este. Ya no solo por las barbaridades que ha dicho sobre ella en los platós, sino por las sospechas que se ciernen sobre él desde hace prácticamente una década. Y es que Kiko ha sido acusado de inventarse en su momento un cáncer de páncreas.

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Se da la circunstancia de que ese tipo de cáncer fue precisamente el que terminó con la vida de Rocío Jurado, por lo que no es un plato de buen gusto para Rocío Carrasco.

Kiko Hernández no pudo demostrar en los juzgados que las acusaciones fueran falsas. El medio PR Noticias consiguió vencerle en los tribunales después de la publicación de una columna en la que explicaban que el colaborador de Sálvame había mentido y se había inventado un cáncer. De hecho, es un asunto que derivó en algunos enfrentamientos muy tensos en plató.

La propia Belén Esteban llegó a acusarle en directo de haberse inventado la enfermedad: "A lo mejor el que no tuviste nada fuiste tú", le espetó durante una discusión en Sálvame.

De este modo, se entiende bien poco que Rocío Carrasco sea capaz de mirar a la cara a este señor, de ser su amiga sabiendo que fue capaz de jugar con una enfermedad tan grave, la que se llevó la vida de su madre a la que ahora homenajean todos juntos en Sálvame haciendo pandilla solo para tratar de molestar a Antonio David.

Todo por interés

Rocío Carrasco y Kiko Hernández se han hecho amigos por interés. A él le interesa tener cerca a una persona que genera tantísima información, mientras que a ella le interesa tener controlado a uno de los colaboradores más polémicos de la televisión. Tenerle de su lado es una garantía de que se van a tapar cosas y se van a manipular otras.

En el fondo, si es conocedora de todas estas durísimas informaciones, no debe tener ningunas ganas de mirar a la cara al colaborador de Sálvame. Al menos, a cualquiera que le duela una madre sería incapaz de hacerlo en estas circunstancias.